Divulgación de un acto
El poder de las redes sociales volvió a hacerse en presente. La incitación a la violencia en cualquier modalidad es reto del siglo XXI. En el artículo pasado incluí una breve clasificación de las penas impuestas en el entorno digital. Una muestra de ello se observó el fin pasado cuando Ricardo Alemán compartió una publicación (imagen) en la que se incitaba a la violencia, mencionado la muerte de varios famosos por sus “fans”, expresamente hacía referencia a John Lenon, Versace, Selena y, entre ellos, insinuó el mismo destino para AMLO (Andrés Manuel López Obrador), candidato a la presidencia de México en las elecciones de 2018.
El acontecimiento no pasó desapercibido e inmediatamente fue denunciado. Más tarde Canal 9 y Televisa finalizaron sus respectivas relaciones laborales con Alemán. Asimismo, Televisa dio por finalizadas las emisiones del programa La Mudanza.
El hecho es relevante por las siguientes razones:
- Incitación a la violencia
- Periodo electoral
- Las denuncias en redes sociales.
El primer castigo digital que recibió Alemán fue la divulgación masiva de su acto. La cual, aunque tal vez en tono de ironía o broma, acentuó (al retuitiar una imagen polémica) el asesinato de famosos por parte de uno de sus seguidores.
El impacto es superior, tomando en cuenta el número de influencia que puede llegar a tener un personaje público, incluso, en el presente caso, se observaron réplicas solicitando la misma petición: “que un fan acabara con la vida de AMLO” mensaje final que resulta de la analogía con el resto de casos expuestos en la imagen.
Relación Laboral
Sería interesante conocer, por simple curiosidad, los contratos laborales de Televisa. Me intriga saber si reconocen como “clientes” al público en general ¿En estos casos aplicarán las fracciones del artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo o simplemente finalizan la relación sin ninguna indemnización? Mera curiosidad.
Siguiente castigo digital: Olvido
¿Por qué Ricardo Alemán continúa teniendo tantos seguidores (157,000)? De entre todos los castigos digitales es el menos recurrido. En la mayoría de las circunstancias ocurre que, después de un hecho criticable (por los usuarios de redes sociales), el señalado continúa con sus “seguidores” o “likes”; pero recordemos que dichos “clicks” constituye una recomendación, una forma de decir a la sociedad que ese individuo continúa teniendo influencia.
Sin lugar a dudas el olvido para un profesionista de los medios puede ser el más terrible castigo digital, todavía no se dé un caso en el que ocurra esto.
¿Conclusión?
¿Otra víctima de las redes sociales? o, ¿en este caso se hizo justicia?