La televisora necesitaba conmocionar al país y lo logró, de nuevo. Como si no fuera suficiente recordar los eventos de Frida Sofía en el sismo de 19 de septiembre de 2017 o de monchito en 1985, la empresa requería ubicarse nuevamente en la cima del ranking.
Pero esta ocasión lo aprovechó a costa de una entrevista a la actriz Karla Souza. De importancia, sin lugar a duda, pues Souza manifestó que fue abusada sexualmente por un director.
Durante su declaración no señaló a nadie, se limitó a mencionar el hecho. En este punto, aparentemente controvertido, cabe recalcar que la víctima de un delito tiene el derecho a manifestar lo que a su derecho convenga.
(Nota adicional, la declaración de Karla Souza no puede desligarse de los acontecimientos ocurridos en el caso Harvey Weinstein, que conmovió al medio del espectáculo internacional, en la cual se reveló una mafia sustentada por intereses sexuales).
Si bien es debatible que lance la acusación indirecta de la autoría de un delito, como también en tiempo transcurrido para decirlo, es cierto que, por la naturaleza sexual del delito, deben considerarse perspectivas específicas de género de cómo actuar en dicho caso.
Aun así, tampoco el extremo de que el señalamiento sea suficiente para condenar a un individuo, sea del género que sea, también ocurre que tales denuncias deben hacerse en los órganos jurisdiccionales competentes. La actriz sabrá sus razones y son respetables.
Lo que es digno de señalar, es la actuación de la televisora. Instaurada en un tribunal, decidió romper relaciones comerciales con Gustavo Loza. En lo que parecía una anticipación arbitraria. Recientemente se dio a conocer que la actriz dio información adicional y anticipada a la televisora. La pregunta fue ¿por qué hacerlo de ésta manera?, ¿la actriz tiene más confianza en la televisora que en los órganos y tribunales competentes?, ¿aportó o poseen pruebas? ¿Qué se haya realizado así contribuye al movimiento contra el acoso de las mujeres o lo perjudica?
Si bien la actriz, como víctima, puede conducirse respecto a su versión, a fin de fortalecer el estado de derecho, los órganos y tribunales competentes son el medio idóneo para enfrentar el acoso.
Lo anterior porque impiden que el señalamiento simple vuelva a ser la prueba fundamental para condenar a alguien, cuando en realidad se necesitan pruebas que apoyen dicho señalamiento. Máxime en situaciones que se impliquen aspectos sexuales, cuya substanciación posee características especiales, pues de lo contrario, en vez de fortalecer el enjuiciamiento con perspectiva de género, lo subjetivista más.
Resulta de más interesante que en toda la tormenta que desató la declaración de la actriz, la más fortalecida no fue ella, ni el movimiento, tampoco Loza, sino la televisora, como siempre… bueno, casi.