El viaje comienza,
Mictlán aguarda.
El humo de copal
lleva hasta su casa.
La casa de las pinturas,
de ventanas rojas,
de caracoles marinos,
tiembla con las olas.
Enjambre de mariposas,
la espuma conduce los pasos.
¿Qué nos queda?
Sino andar el camino.
¿Qué nos queda?
Sino entonar los ancestrales cantos.
¿Qué nos queda en la profunda oscuridad?
Sino las flamígeras almas.
Sabores que sólo
renacerán esta noche.
Cempaxóchitl en el aire,
cincelada en la azul memoria.
Corazón de copal,
renovador humo sagrado.
El viaje comienza,
Mictlán aguarda.
Ascendentes mariposas
transforman el camino.
¡Que suenen los caracoles marinos!
¡Que se entonen los cantos ancestrales!
¡Que las puertas se abran!
¡Que lleguen las sombras amarillas!
Ya no soy la misma,
Mictlán aguarda.