Contradictorio, político de pura pose, he aquí algunas de las características de Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Quien para las fotos es muy bueno pero para la política deja mucho que desear. Ahora que se “destapó” como candidato a la presidencia rumbo al 2018, que en realidad ya todos los capitalinos teníamos pleno conocimiento, hay que hacerle una serie de cuestionamientos.
Así como Javier Duarte y su amada Veracruz (un amor sincero al estilo Judas Iscariote) donde sólo se robaban Frutsis y Pingüinos, Mancera calcó el mismo discurso, esperemos que sólo el mensaje y no la lana como lo hizo Duarte, al decir que no existe el crimen organizado en la Ciudad de México.
Bueno, sólo narcomenudistas, secuestradores y bandas de bárbaros con armas de fuego que asaltan a cualquier hora, que por cierto la pregunta sería ¿de dónde sacan las armas de fuego y las municiones? Un verdadero misterio sin resolver. Sin olvidar las ejecuciones a plena luz del día de las cuales Mancera se ha quedado calladito. Pero en la Ciudad de México, repitió, NO EXISTE EL CRIMEN ORGANIZADO.
Y a tal grado no existe el crimen organizado que el cártel de la Unión de Tepito y el de Tláhuac, por poner un ejemplo, son cuentos de la prensa y de la UNAM (donde ya se detuvieron a la ridícula cantidad de trece individuos) para asustar a los citadinos.
Así que mis queridos lectores y lectoras, cuando alguien les diga que en la Ciudad de México está presente el crimen organizado, no le crean, pues todo lo anterior ha sido negado por el ex Procurador General de Justicia de la Ciudad de México, hoy (para mi desgracia) el jefe de Gobierno quien durante su mandato está dejando una ciudad cada vez más violenta y caótica, donde impera la impunidad. Nada de esto le importa a Mancera mientras no le arruinen sus momentos ante las cámaras.
Yo sólo tengo una pregunta, mi (para nada) estimado Miguel Mancera, suponiendo que logres llegar a la presidencia, supongamos porque no deseo tal fatídico final para nuestra nación, ¿cómo gobernarías una nación tan violenta cuando tú estás dejando a la Ciudad de México al borde de la histeria con tanta inseguridad y un cuerpo de policía tan incompetente como tú? ¿A caso, llegando el momento, negarías todos los problemas tachándolos como algo puramente imaginario?
Yo no puedo decir que Mancera sea un mal gobernante, para ello habría que gobernar primero, pero eso sí es muy fotogénico y más cuando sale con Paris Hilton, ¿a poco no? Digo, ya que anda imitando discursos priístas, podrá copiar sin ningún problema la campaña de Peña Nieto cuando éste se lanzó por la presidencia. Eso sí Mancera, nada más aguas con las gaviotas y las casas blancas.
No sólo la violencia va en aumento en la Ciudad de México, sino otros problemas que Miguel Ángel Mancera no ha sabido actuar. Las constantes contingencias debido a la excesiva contaminación que hay en la capital, claro, la responsabilidad recae en los ciudadanos, en primer lugar, pero las “políticas ambientales” impulsadas por el jefe de Gobierno han orillado a que los capitalinos adquieran otros vehículos más recientes para poder circular. Y este problema ambiental viene de la mano con otro grave problema que Mancera no ha logrado solucionar: el transporte público.
Resulta que es mejor y más seguro viajar en un automóvil particular que en el transporte público. El Metro sigue en condiciones deplorables, pero habrá Wi-Fi en la línea dorada, según nuestro jefe de Gobierno, digo, para que envíes un WhatsApp al patrón diciendo que vas a llegar tarde porque nuevamente la línea presentó fallas y así no gastas tus datos. Atinadísima solución.
Pero eso sí, se va a ampliar una línea que ha mostrado más fallas que nada. Cuidado con esto, puede ser que por “ampliar” la línea dorada nos vayan a querer cobrar diez pesos el boleto, sólo porque tú, mi buen capitalino o capitalina, así lo quisiste. Que por cierto ¿en qué parte hicieron la encuesta para ver si queríamos ese aumento? Así que mexicanos, estense listos porque si él gana, porque “todos los mexicanos lo quisimos” hasta los impuestos aumentarán. Las cámaras salen caras y con algo hay que pagarlas.
Otra faceta de Miguel Mancera es la de “por mis pistolas que lo hago” y el ejemplo claro es la línea 7 del metrobús, la cual había sido detenida por un juez pero las pistolitas o quizá los pitos (esos que repartió en el Metro para “prevenir” el acoso), hacen mucho ruido como para imponer su santa voluntad.
Yo sólo espero que no llegue a ganar, ya con un presidente guapo e incompetente tenemos, ¿para qué queremos otro por otros seis años?