“La atracción del Punk, más allá de la música, se explica por haber sido ante todo un movimiento grafico y visual” así lo define Jon Savage, en su libro y Biblia sobre el movimiento punk, England’s Dreaming de 1991.
En los 70, una serie de eventos en el mundo del diseño tipográfico revolucionaría la creación y bosquejo de letras y caracteres, convirtiendo al Punk en un experimento de fotocomposición que irrumpiría y traspasaría los límites de la legibilidad.
A una cuadra del río Támesis, hace más de cuarenta años, y en medio de la calle King’s Road de Londres, la pareja de artistas gráficos Malcolm McLaren y Vivienne Westwood, ponían en marcha una tienda-boutique provocadora, cuyo nombre era “Sex”. hoy día King’s Road se encuentra rodeada de aparadores de moda y actualidad, elegancia y exclusividad, edificios con rentas elevadas, tiendas de alta costura, visita de príncipes, y personalidades vip del mundo del espectáculo.
Sin embargo, durante la década de los 70, Sex se convirtió en el laboratorio sónico y estético donde nacerían unos de los estilos musicales más impactantes del siglo pasado. La cultura urbana Punk-rock acabaría trasformando de manera drástica y sin concesiones la moda en la tipografía, la lírica y desde luego en la música.
Los años sesenta terminaron marcados por el Pop-Art y el Arte Psicodélico, manifestándose a través de una gran cantidad de carteles de enorme riqueza tipográfica, convirtiendo al póster en objeto de deleite estético, cuya función principal no era informar.
El diseño gráfico y tipográfico psicodélico tomó relevancia en el trabajo sobresaliente de cartelistas como: Victor Moscoso o Peter Max. El uso de multicolores pastel, el contraste entre planetas, galaxias o universos bailando al unísono de la repetición de patrones; que se convierten de manera continua en vibración de contornos e imágenes desenfocadas; tenían la finalidad y pretensión estética de simular estados lisérgicos y psicotrópicos.
Durante la siguiente década, Letraset inundaría los mercados con su plantilla tipográfica “Letragraphica typeface”, que contaba con variados tipos de caracteres, signos y letras. El periódico Times de Londres cambiaba su Times New Roman, por la rediseñada Times Europa. Al mismo tiempo, Herb Lubalin y Aron Burns crean la International Typeface Corporation para comercializar nuevos diseños y grandes tipografías como: Souvenir (Ed Benguiat 1970), American Typewriter (Joel Kaden y Tony Stan 1974) y el Avant Garde (Herb Lubalin 1974).
Milton Glaser diseña: “I love NY” convirtiéndose en un símbolo iconográfico en todo el mundo. Adrian Frutiger diseña la Roissy para usarla principalmente en aeropuertos. En 1975 dos californianos llamados Steve Jobs y Steve Wozniak diseñan Apple I, revolucionando la creación de tipografías mediante formulas matemáticas en lenguaje binario, para digitalizar un sin numero de diversas fuentes y letras.
En la cultura Punk, desde el inicio, el diseño gráfico o la estética grafica jugarían un papel predominante, la tipografía se conformó como recurso para la creación y propagación de una identidad, una personalidad, una presentación y marketing de cara al mundo.
“Do it Yourself” desvelaba la relación a nivel individual del tipógrafo y la inspiración adquirida por la música a la hora de crear fuentes.
La tipografía se convirtió en un arma para provocar, impactar, y romper con lo tradicional, y más con los hippies que cantaban por la paz mundial. Llegaba la hora de la guerra para concebir la libertad, la trasgresión conformaba una tipografía; cortada, anárquica y agresiva, la insolencia cobraba cuerpo en cada nueva grafía, la denuncia se hacia presente en cada nuevo signo o fuente, el insulto era el motor de la ilegibilidad.
El Punk nacía como hijo bastardo del Dadaísmo de Tristán Tzara, para reafirmar el discurso estético de juego libre de formas y colores, con una tipografía sin la finalidad literal de informar, con caracteres y letras que variaban drásticamente de tamaño, grosor y consistencia. El collage tipográfico con recortes de prensa provocativos se inspiró en el trabajo de artistas plásticos como: Gee Vaucher, Kurt Shwitters o Raoul Haussmann.
Tipógrafos como: Neville Brody o Peter Saville, cartelistas, diseñadores o ilustradores como: Art Chantry, Barney Bubbles, Pushead, Vaucher, Raymod Pettibon, Winston Smith, ayudaron a conformar la nueva cara de la disidencia y rebeldía, ayudaron a conformar la nueva tipografía de la desilusión y desesperanza, la nueva grafía de la inconformidad.
Desde letras y signos ilegibles, hasta tipografías de gran calidad y trabajadas con mucha clase, como las del diseñador David Carson, miles y miles de pósters, portadas de discos, flyers y folletos con apariencia de productos reciclados, quedaban impregnados de tipografías caóticas.
Una actitud agresiva ante la expresión nacía, la libertad en el diseño había sido redescubierta y el Punk nacía, no solo como manifestación musical.