«No mataras”.
Éxodo 20:13
Hablar sobre el aborto y el derecho a la vida resulta de una complicación abstracta un tanto complicada y no es para menos. ¿Quiénes son las personas que pueden o no participar en este debate? ¿Podrían los hombres comprender la verdadera dimensión de lo que ello implica? ¿Son las mujeres procreadoras de vida las únicas con el derecho a decidir?
Aunque los debates suelen ser de carácter público y plural parece necesario que ésta no es la guerra de nosotros, esta guerra es de ellas, las que por décadas han luchado por su máximo derecho a la libertad. Esta libertad se encuentra secuestrada por la legislación de aquellos que se apropian del discurso y la agenda pública.
El discurso coyuntural se lo apropian grupos religiosos, conservadores e incluso totalitaristas que buscan suprimir el derecho a elegir de las mujeres. Aunque estos grupos representan los intereses y deseos de una parte significante de la sociedad no se puede aceptar de facto y mucho menos el trabajo legislativo con los ideales religiosos por encima de la garantía a los derechos humanos.
Entonces, ¿son las mujeres procreadoras de vida las únicas con el derecho a decidir? La respuesta fue, es y será hasta los fines de la libertad un rotundo y democrático sí. El derecho a la no intervención en asuntos que no son de nuestra competencia ha sido ultrajado por grupos radicales, violentando y entorpeciendo el derecho a decidir de las mujeres.
En México existe un respeto casi religioso a la forma de vivir tradicional. Ese pensamiento es el que ha sepultado la vida de cientos de miles de mujeres, obligadas por la omisión de la ley al uso de métodos o servicios clandestinos para abortar. La no garantía del respeto al aborto por lo menos hasta las 12 semanas de gestación por la razón que fuese, es la culpable de todas las muertes.
Es necesario recuperar aquellas cifras escabrosas publicadas en este mismo espacio pero en ¿Las vamos a matar? Donde un servidor afirmó que “en México para el año 2006 se practicaron 874 mil 747 de los cuales, se presentaron complicaciones post aborto en por lo menos 149 mil 700, esto último según el Gottmacher Institute (2017)”.
Pero además, también hay que enunciar lo que pasa en el mundo puesto que “según el Gottmacher Institute (2017), para el periodo comprendido entre los años 2010 y el 2014, existieron por lo menos, 56 millones de abortos en el mundo. Según la Organización No Gubernamental, Alianza por la Solidaridad (2017), en el mundo cada año mueren 47 mil mujeres y cinco millones de ellas sufren lesiones graves al practicarse una interrupción del embarazo”.
Entonces, ¿qué tan necesario es la legislación del aborto en México? Es de plena urgencia, frente a los escenarios políticos y los discursos cargados de odios urgen la pronta movilización de todas las mujeres y de los sectores más progresistas para lograr un equilibrio en el Congresos de la Unión y las legislaturas locales.
El equilibrio legislativo es necesario para que situaciones como la ocurrida el pasado 7 de Marzo del año en curso en el Pleno del Senado de la Republica no sucedan más en el pleno goce de la libertad de discernir y debatir. Resulta que los senadores panistas Víctor Fuentes y Martha Rodríguez se expresaron en contra de la propaganda a favor del aborto. Además no solo aseguraron no compartir esa postura sino que además no son propiedad de nadie.
Es interesante que la Senadora panista Martha Rodríguez haya refutado en contra de los pañuelos verdes colocados ese día en los escaños del Senado exclamando “yo no soy propiedad de nadie”. Exacto, es ese el pensamiento que se debe replicar en todo el Congreso y el país, que nadie puede elegir por encima de alguien anteponiendo los ideales y preferencias. Aunque la senadora dijo estar en contra del aborto, ella logró demostrar la fragilidad y la facilidad que hay sobre el derecho a decidir.
Lo que más logró llegar a los oídos de la opinión pública fue la declaración de la Senadora Morenista Lili Tellez quien no solo cuestionó la iniciativa del pañuelo verde, sino que además confrontó a sus pares de Movimiento Ciudadano e incluso, afirmó que buscará promover una iniciativa de ley que reforme la constitución para prohibir y penalizar el aborto.
Entre dimes y diretes, lo que comenzó como una iniciativa para promover la conmemoración del Día de la Mujer durante el #8M y la lucha del derecho a decidir, terminó en el senado convirtiéndose en un tema que será de mucha polémica. De no legislar y proteger el derecho a decidir de las mujeres, esta legislatura habrá de condenar el futuro de cientos de miles de niñas y mujeres.
Esta legislatura necesita más posturas y argumentos como los de la Senadora Morenista Citlalli Hernández quien defendió el derecho a abortar asegurando que “en el Grupo Parlamentario de Morena hay muchas voces y somos plurales pero se deben respetar los derechos humanos […] se debe legislar para las personas no para nuestras creencias”.
De urgencia escuchar el discurso de la Diputada Federal Nayeli Salvatori que con voz rota y quebrada por el poder de sus palabras exclamó lo que tantas mujeres no han podido decir por miedo. Que están hasta la madre de que sean estereotipos, que se busca un lugar sin feminismo ni machismo sino una sociedad en donde todos seamos libres y tengamos las mismas oportunidades.
Porque debemos construir un país que respete los derechos humano, un país en donde la mujer decida sobre su cuerpo libremente, un país donde el respeto a la vida de las mujeres y los hombres esté por encima de los ideales, un mundo libre de ataduras en donde haya espacio para todas las ideas y las formas de expresión de nuestra libertad. Porque yo también estoy hasta la madre, porque estas son también nuestras batallas y juntos ganaremos la guerra.