el viento de la historia ha perdonado una foto
son cinco
de espaldas a una cortina metálica
creo reconocer el almacén de teodoro krevski
gorras, bufandas, algún sobretodo
una tarde invernal de los primeros años cincuenta
exhiben la primera plana del órgano del partido comunista
la vista clavada en el futuro
en nosotros
¿qué tipo de socialismo estará edificando cada mirada?
¿uno férreamente stalinista la del portugués ribeyro
con monobloques grises
barcos panzones, oscuras chimeneas, tableteo de máquinas?
¿o de perritos efusivos
saltarines
los ojos miopes del sastre conti?
¿paredes encaladas, cocina de leña, huerta, gallinas y un mar cercano
habitarán los sueños de marcos el techista?
¿de tiempo extendido para la pesca, la armónica y el vino
los de andrés el palangana?
y el teósofo pereyra
equilibrista en ese filo que deslinda espíritu y materia
¿uno de profecías por fin cumplidas?
mirándonos se dejan entrever
no se alcanza a leer el titular
que insisten en mostrarnos
no importa
discreta fue la lente al ignorarlo
la interpelación pervive en las miradas
que avizoran
los proclamados tiempos nuevos
“de cada uno según su capacidad
a cada cual…”
fijas en nosotros
que no tenemos adonde mirar
todo se ha perdido menos la foto