Concluyó una etapa más del proceso electoral 2017, un ejercicio “democrático” en el que los participantes tenían un y solo un objetivo: evitar a toda costa que el Revolucionario Institucional obtuviera el triunfo en Nayarit, Coahuila, Veracruz y, por supuesto, el Estado de México especialmente. Para infortunio de los opositores, todo parece indicar que el partidazo ha obtenido el mayor número de votos de la elección dominical, lo cual no significa necesariamente que haya ganado ¿o sí?
La jornada electoral resultó ser un arduo día de trabajo para la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Electorales, cuyos empleados recibieron mil 41 denuncias por la presunta comisión de ilícitos relacionados con la fecha: 478 de esas quejas corresponde a hechos sucedidos en el Estado de México, 267 a situaciones en Veracruz, le siguen Coahuila con 189 y Nayarit con 107.
De hecho, el mismo 4 de junio la fiscalía inició nueve carpetas de investigación por hechos probablemente constitutivos de delitos y, por supuesto, la mayoría de ellos (siete) relacionados con la tierra del presidente de esta engañada República. Entre los más evidentes está la detención de autobuses que sería utilizados supuestamente para el transporte de votantes desde Nezahualcóyotl, dos choferes reconocieron tal aseveración y fueron detenidos y posteriormente liberados “con las reservas de ley”.
En Coahuila, hasta el momento, hay una elección “cerrada” y la jornada en aquella entidad norteña se caracterizó por una increíble cantidad de denuncias e irregularidades. Al momento no se sabe aún quién ganó: si el representante de la coalición “Por un Coahuila Seguro” encabezada por Miguel Ángel Riquelme Solís, selecto hijo predilecto del partidazo, o Guillermo Anaya Llamas de la “Alianza Ciudadana por Coahuila” en torno a cuya figura han cerrado filas otros candidatos opositores para defender “la voluntad ciudadana”.
En la tierra del señor que despacha en Los Pinos, se habla de una diferencia de dos puntos porcentuales entre la abanderada morenista, Delfina Gómez Álvarez, y el priista Alfredo del Mazo Maza, quien supuestamente encabeza los resultados. Ambos se han proclamado ganadores, uno hizo algo parecido a una celebración en la sede mexiquense del partidazo y la otra, más moderada, se ha limitado a decir que respetarán la decisión ciudadana siempre y cuando la autoridad electoral actúe conforme a esa decisión (jejejejejeje). Por supuesto, su jefe el tabasqueño ve en una coyuntura y la oportunidad de obtener propaganda gratuita con miras a oooootra de sus campañas presidenciales y ya salió a vociferar su conocido “voto por voto” y “casilla por casilla”.
En Nayarit, el representante de la coalición opositora (¡PAN, PRD, PT y PRS!), Antonio Echeverría García, triunfó sobre el de la alianza “Juntos por ti”, Manuel Cota Jiménez, aunque todos quieren todo y la autoridad electoral ya no sabe a dónde hacerse. En Veracruz no se eligió gobernador, pero sí las autoridades de 212 municipios y la historia no fue diferente. De hecho, una de las agraviantes más fuertes en la jornada electoral del domingo, fue el hecho de que siete personas fueron detenidas porque con métodos violentos intentaron evitar que la ciudadanía acudiera a votar en Tlacotalpan.
Un hecho relevante fue el uso que la gente, militantes, simpatizantes y ciudadanos sin evidente arraigo o preferencia hacia algún partido en particular dio a las redes sociales, especialmente twitter y Facebook, donde se pueden encontrar un sinnúmero de hechos a todas luces delictivos, antidemocráticos o al menos, ofensivos para un país que presume de respetar derechos y garantías.
Como sea, el hecho es que la reputación de eso que llaman “autoridades electorales” está en juego y el de las instituciones en entredicho. Entre denuncias y señalamientos, deben ofrecer conclusiones que garanticen objetividad y el real y decisivo poder ciudadano. Lo cual no será nada fácil ante las amenazas, caprichos, desdenes y burlas entre los partidos y sus representantes.
Lo cierto, para concluir, es que la de junio fue una elección bastante sui géneris. Solo para ejemplificar. El 6 de julio de 2011, luego del proceso que finalmente ganó el ex presidente municipal de Ecatepec en el Estado de México, la autoridad electoral reportó que el abanderado de la Coalición “Unidos Por Ti”, integrada por el partidazo y sus dos eternas rémoras (eso que se conoce como Verde Ecologista y la otra bazofia denominada Nueva Alianza), obtuvo el 64.94 por ciento de los votos, algo así como 3 millones 18 mil 588 sufragios. El PRD ocupó el segundo lugar y Acción Nacional se quedó en el tercer sitio. En el ejercicio de este 4 de junio, el “triunfo” revolucionarioinstitucionalista apenas sobrepasó el 30 por ciento de la participación en su favor y, en el centro del país, la disputa por el primer sitio prevalece entre pejistas y tricolores.
El hecho es que el PRI “ganó” perdiendo y la democracia mexicana tendrá que seguir luchando por mantenerse en pie a la mitad de una piara atascada de cerdos revolcados en un suelo de partidos políticos, una enorme cantidad de mierda…