Trova… recado a tus ojos
Te escribo desde las ganas
desde el monólogo de los jazmines en el patio
desde esta sexta hora de la tarde
donde llueven las mismas palomas de la última vez.
Te escribo con esta guitarra de tiempo
las nostalgias de todas las veces
las rabias de todos los diarios…
los sueños de todos los Méxicos.
Te escribo desde este lunes
profundo y gris de versos salvadores.
Son la tarde y el eco en tus caderas
la canción por donde vuelven tus ojos
y se evade el dolor.
***
Policromía
La gloria de tu voz
acaricia la tarde
y tus ojos llueven sobre mi verso.
A cántaros,
escribo sobre tu piel
las historias del día.
Y ya no duele el dolor
Y ya no cantan mis miedos
la vida no es más que un lunar en tu espalda.
El azul incendia tus cabellos
y dice adiós el rubor.
Ríen tus caderas
al vaivén piroplástico
de mis amnesias.
Copula el ocaso en tu mirada
plena.
Océano de luz
donde vacío la nostalgia.
***
Rapsoda en el mar
Beso a la tarde en tu boca
y el mar sonríe
a pesar de las gaviotas mudas
y los puertos vacíos.
No hay lunares en la espalda del horizonte
ni miradas orgásmicas
desentrañando un poema.
No hay quien zarpe ya.
Las escolleras gimen
y en su estertor
paren moluscos
que cantan tu nombre…
sin ulular de sirenas
ni caracolas utópicas.
El murmullo del viento
es una eternidad sin olas
un manojo de versos
profundos y verdes
escurriendo la sal del recuerdo.
Canta el mar su melodía nostálgica
son las seis menos cuarto
y el sol nos muere en una última nota.
Y a pesar del silencio
el mar sonríe
y yo te amo…
en la rabia desolada de este verso.