Fue en fechas como ésta en 2018 que leía el muy secreto PDF que nuestro profesor de Literatura Regional nos había compartido como parte de las novelas del último periodo escolar. Poco imaginaría que tal lectura se sentiría como un abrazo y la necesidad natural de compartir el archivo con cuantos estuvieran dispuestos, sobre todo después de que el maestro nos pidiera explícitamente que no lo llegáramos a hacer.
Para toda aquella persona que ha leído Gordas. Historia de una batalla, es reconocible lo puntual y certera que es la pluma de Isabel Velásquez en cada una de sus historias de la novela que mereció el Premio Binacional de Novela Joven 2001, otorgado por el trinomio CONACULTA-Tierra Adentro-CECUT, así como es notable que incluso con la advertencia de la autora de que no es un libro testimonial, cada narración golpea en la mente y estómago. Disclaimer que vale la pena recordar palabra por palabra:
“Éste es un libro de ficción que explora la experiencia de ser gordo en la clase media mexicana. Esto es en sí un ejercicio político. Para muchas mujeres y muchos hombres, la gordura es algo que no se acepta públicamente, es una derrota privada, algo que debe esconderse a toda costa. Algo que con un poco de suerte y mucha fuerza de voluntad será una etapa pasajera. Y, sin embargo, particularmente en el caso de las mujeres, la obsesión con el peso y la forma corporal determina toda relación con el mundo y es un motivo constante para la flagelación personal y social. En un país donde la pobreza y el hambre co-existen con una millonaria industria del adelgazamiento, y donde no es común todavía la discusión abierta de las fuentes de la misoginia, las agresiones verbales contra las mujeres gordas son una válvula de escape mayoritariamente aceptada”.
Y así como Velásquez ejercita su pluma y termina creando una novela que a tiempos ronda en las fronteras del ensayo (además de descansos de página con poemas en español e inglés) cada una de las trece historias aportan una perspectiva particular sobre la gordura en México y una batalla que la propia autora afirma que su generación perdió. Una “guerra secreta” que aun a veintidós años de su publicación inédita y la procuración cada vez más creciente sobre la eliminación de estigmas y prejuicios corporales, sigue existiendo, y que la escritora ensenadense reconoce desde su escritura:
“Entiendo hoy que escribir acerca de la gordura —aún dentro de los límites de la ficción— es concederle existencia. Y si la gordura existe, existe también la gorda y el gordo, personas detrás de la etiqueta”. Esa etiqueta que ahora permea en hashtags o trends sobre hábitos sanos, dismorfia corporal y muchas rutinas gratis de ejercicios para parecerse a las figuras de moda; así como el miedo de muchos de ir en retroceso, con el resurgir de la moda de finales de los noventa e inicios de los dos mil. Justo la época en que Isabel enviaría su novela a concurso.
En estas fechas, que además son de cierre o transición de muchas convocatorias literarias, es cuando también vuelvo a anhelar tener el libro entre mis manos. El premio mayor. Ni siquiera mi maestro tiene su ejemplar, luego de un desafortunado momento -mucho antes de conocerle- en que lo prestó a un alumno y nunca se lo devolvieron. Este PDF es la única prueba que tengo de tal impactante escritura de una autora que, a pesar de ser de Ensenada, no tan lejos de mi ciudad, tampoco he conocido ni he sabido de alguna otra publicación suya. Como si Isabel hubiera entrado y salido de su ejercicio escritural habiendo escrito todo lo que necesitaba compartir, en vez de seguir engrosando su carrera, sin saber que cada generación que pasa por ese profesor de Literatura Regional en UABC terminamos conociendo tan brillante obra literaria.
Si algún día te encuentras en alguna librería del viejo un ejemplar de Gordas. Historia de una batalla, no titubees en adquirirlo. O si prefieres, puedes enviárselo a esta pequeña fan, que a cambio te compartirá ese PDF de calidad dudosa.