Nery Alexis Gaitán es uno de los cultores del microrrelato en Honduras, sin duda, sus obras literarias se enmarcan en la moralidad, con el propósito de transmitir valores a quienes disfrutan de sus lecturas. Su libro La vida Menor(1990) ha pasado por diversas ediciones. En este caso tomaré la onceava edición publicada por la Editorial Perseo en 2015 para referirme en relación con sus textos.
La Vida Menor es una colección de treinta y dos microrrelatos y un cuento largo. Su narrativa se orienta a una diversidad de historias desde una figura principal: la niñez. Los personajes de Gaitán (que por naturaleza, en este género literario son abocetados) experimentan situaciones de abuso sexual, prostitución, aborto, hambre, castigos, trabajo infantil, consumo de drogas, falta de cariño, entre otros.
La mayoría de los textos del autor comienzan en el desarrollo de la historia, careciendo de un inicio. Considero que los más impactantes son aquellos que se refieren a la sexualidad, la cual es violentada por diversos factores en la vida de los infantes a lo largo del libro, podríamos nombrar a manera de ejemplo: “El juego de nunca acabar”, “Un señor que deseaba ser bueno” y “Súplica”. También, la prostitución se ve presente en “Faena del amor” donde una joven sufre el abandono de sus padres y se encarga de cuidar a sus hermanos supliendo las necesidades del hogar. En esta misma línea, expone su postura frente al aborto en “Anhelo del mañana” en el que establece como prioridad la vida humana.
El trabajo infantil no se queda atrás en los textos “Mínima hazaña”, “Y en ese encuentro no hay amor”, “Ronda infantil” y “A la escuela”. Éstos, determinan las conductas normalizadas respecto al trabajo infantil en Honduras que, a pesar de que el país lo prohíbe, es algo que existe desde hace muchos años. Vinculado a lo anterior, los infantes son maltratados por sus propios padres, recibiendo castigos inhumanos y severos si desobedecen sus órdenes como los que se narran en “El dolor de los días” y “El deber diario”.
Entre otros microrrelatos que marcan un trazo interesante se puede encontrar “Alabanza del otro”, donde hace uso del recurso de duplicidad. Al leerlo pareciera que nos estuviera contando la historia del hermano de un niño, pero cuando se finaliza la lectura, nos damos cuenta de que nos habla de un perro, volviéndolo muy engañoso. De igual forma, el “Arlequín Callejero” en en cuyo título, la primera palabra hace referencia a un personaje de comedia en el siglo XVI, dando una pista sobre la historia que se irá desarrollando. Es curioso cómo contrasta este personaje con el mundo infantil, ya que ambos tienen una visión ingenua, fantasiosa y optimista de la realidad.
Cabe destacar que éste es un libro temático, pocos de los que existen en Honduras. Gran parte de los libros de microrrelato tocan una diversidad de temas, pero no se enfocan en un solo elemento que permita hilvanar sus historias bajo un mismo propósito.
La vida menor es una obra literaria invaluable, que sigue y seguirá teniendo vigencia sin importar su temporalidad. La profundidad de los microrrelatos de Nery no sólo demuestra un excelente uso de la elipsis para lograr la brevedad, sino también, un medio de denuncia ante el panorama hondureño donde la niñez en vulnerabilidad social es olvidada e indiferente por el Estado y la sociedad en general.