“Los hijos desean que los padres miren pero con sus ojos; los padres desean que los hijos lo hagan con su juicio; y cualquiera puede estar equivocado”.
-William Shakespeare
Uno de los temas más utilizados de la literatura y el cine es la relación padre-hijo.
La búsqueda de la aceptación y reconciliación del padre y el desentendimiento del hijo ha sido una narrativa repetida hasta el cansancio, pero no por ello dejan de resultar productos interesantes de vez en cuando.
Esto se puede deber a diversos factores: la búsqueda por alguien más grande que uno mismo, un guía en un mundo de dudas y preguntas sin respuesta que a veces resulta ser Dios, que se relaciona con la figura paterna. La combinación de dos generaciones completamente distintas y sus diferentes puntos de vista, la tolerancia que se le da al prójimo y las lecciones que se puede aprender uno del otro.
Muchas veces catalogan a estas películas como shakespearianas, ya que el autor inglés retrató en casi toda su obra la relación tortuosa padre-hijo, en la búsqueda de la aceptación y bendición; aunque no todas con un final en lágrimas.
En el marco del día del padre, es interesante retomar el análisis de esta relación familiar en las películas hollywoodenses. Es intrigante conocer la vida de los personajes y cómo sobrellevan la relación con su propia sangre tanto desde la perspectiva del padre como desde el punto de vista del hijo.
En el cine se abunda el desarrollo de este tema, pero aún así vale la pena ver (o volver a ver) algunas películas que matizan al padre y a su hijo de diferentes formas, pero siempre llegando a conclusiones semejantes.
Casi cualquier persona se puede llegar a sentir identificado con una o varias situaciones que se muestran en estas cintas, porque la figura paterna es un concepto universal, que si bien uno no creció con el padre biológico, hubo alguien a lo largo de su vida que le enseñó cómo era el mundo real, brindándole algún consejo o experiencia de vida que creyó que sería de ayuda para enfrentar las adversidades que se pudieran presentar.
Aunque la relación padre-hija también se ha retratado en el cine a lo largo de su historia, tiene sus marcadas diferencias simplemente por ser de diferentes sexos, pero igualmente sería un tema interesante a desarrollar en otro artículo futuro.
Tanto en el cine como en la vida diaria, nos encontramos con padres difíciles, quizás, anticuados, algunos locos, pero, al fin y al cabo, humanos todos.
1. BIG FISH (Tim Burton, 2003)
Cansado de escuchar una y otra vez las aventuras fantásticas de la vida de Ed (Ewan McGregor y Albert Finney), su padre, Will (Billy Crudop) cree no conocerlo realmente. Sus historias se escuchan tan mágicas e irreales que parecen ser un invento del viejo que ahora se encuentra postrado en cama. Desesperado por nunca llegar a saber quién fue su padre, y a punto de tener un hijo él mismo, Will intentará averiguar mediante terceras personas, papeles e incluso de la misma boca de Ed, la verdadera historia de su vida.
2. BEGINNERS (Mike Mills, 2010)
Hal (Christopher Plummer), de 75 años, es el ejemplo perfecto de que nunca es demasiado tarde para iniciar de nuevo: después de la muerte de su esposa decide salir del clóset. Toda una sorpresa para Oliver (Ewan McGregor), su hijo, un hombre solitario que recuerda a su padre como una figura lejana; aún así decide ayudarlo a reconstruir su vida desde cero, brindándole apoyo en todos los aspectos que Hal necesitase, incluso combatir el cáncer que ahora se ha expandido por todo su cuerpo.
3. THE WAY (Emilio Estevez, 2010)
La relación de Tom (Martin Sheen) con su hijo nunca fue muy buena; siempre distante y desentendida. Tras la repentina muerte de Daniel (Emilio Estevez), Tom se replantea la situación que vivieron juntos, decidiendo ir a terminar el proyecto que Daniel dejó empezado en busca de entendimiento tardío: el camino de Santiago en España. Allí lo conocerá mejor de que lo hizo en vida, teniendo la oportunidad de la redención, siempre y cuando cambie su forma de ver la vida.
4. ABOUT TIME (Richard Curtis, 2013)
Viajar en el tiempo es una condición genética que se pasa de generación en generación. Ahora es el turno de Tim (Domhnall Gleeson), quien recibirá lecciones de su padre (Bill Nighy) para aprender a manejar los pros y contras de su privilegio recién adquirido.
La vida podrá resultar más sencilla teniendo la oportunidad de repetir momentos cuantas veces sea necesario para que salgan bien, pero el padre de Tim desea que la lección más importante que pueda aprender sea otra.
5. CAPTAIN FANTASTIC (Matt Ross, 2016)
Sólo la muerte de alguien querido es motivo suficiente para que Ben (Viggo Mortensen) decida regresar a la ciudad después de haber vivido casi 20 años aislado de la sociedad capitalista, asqueado de ésta, junto con sus seis brillantes hijos, quienes nunca han pisado tierra “civilizada”. El choque cultural será impactante para ellos al darse cuenta que las cosas no funcionan igual a lo que están acostumbrados, dándoles una nueva perspectiva de lo que pudo haber sido su vida y lo que están dispuestos a hacer para cambiarla.