En Venezuela hay una crisis humanitaria que el gobierno no ha reconocido. Tanto es así que el papa Francisco, líder de la Iglesia Católica, ha hecho un llamado a los líderes y sociedad de aquel país para que eviten más violencia, aludiendo al número de fallecidos, heridos y presos, los mismos que niega el presidente Nicolás Maduro mientras juega beisbol y de quienes se burla bailando.
Aquella Nación enfrenta también una severa crisis de tipo económico. Para que tenga usted una idea: solo en Caracas, un kilo de cebolla cuesta 3 mil 250 bolívares, la zanahoria y el aguacate alcanzan un precio de 7 mil bolívares y un paquete de leche en polvo puede valer entre 12 mil y 15 mil. El sueldo mínimo es de apenas 40 mil 78 bolívares, algo así como 10 dólares al mes.
En Venezuela hay noticias de decenas de muertos y desaparecidos, de la falta de alimentos y del control que intentan mantener las autoridades… sin éxito.
Adriana es periodista y vive en Caracas. Para ella hay una democracia en teoría mas no en la práctica. No hay independencia de poderes, las elecciones regionales no se han hecho aún, aunque se tenían que hacer en 2016, lo que quiere decir que tenemos gobernadores con el periodo vencido. Esos son algunos aspectos. Otros tienen que ver con la libertad de información. Los medios de comunicación están completamente silenciados, bien porque los impresos no reciben papel si no es a través de la Corporación Maneiro, ente del Estado que lo entrega de manera discrecional, bien porque en los mismos medios de comunicación privados la línea editorial o es a favor del gobierno o simplemente no informan en directo. Esto por nombrar algunas cosas. Hay muy pocos medios impresos de oposición circulando, pero cada vez más ahogados por falta de papel.
Bajo las condiciones en que se encuentra el Estado venezolano se han formado organizaciones, agrupado ciudadanos y organizado voces en defensa de los derechos humanos que llevan un registro sobre las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas y las violaciones a las garantías individuales. Una de ellas es el Foro Penal Venezolano (@PorHumanidad), un organismo no gubernamental (ONG) que contabiliza los casos de los presos políticos que, al 24 de abril, sumaban mil 289 arrestos por las protestas sociales efectuadas solo durante este mes.
Pero, ¿cómo surgió la actual realidad venezolana? La colega sugiere que inició con Chávez. Recuerda que hay presos políticos desde el año 2012 por un supuesto golpe de Estado y que en el gobierno de Maduro se habla de al menos un centenar más. Hubo revueltas en 2013, cuando fueron las elecciones presidenciales y las calificaron de fraudulentas; también en 2014, cuando fue aprehendido Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular, y ahora los de estas manifestaciones, que iniciaron porque el Tribunal Supremo de Justicia emitió dos sentencias que eliminaban facultades al Poder Legislativo, por primera vez controlado por la oposición en lo que va de ambos gobiernos.
La oposición, agrega, denuncia violación del Estado de Derecho y ruptura del hilo constitucional. Ambos gobiernos (el de Chávez y el de Maduro) han usado la política del amedrentamiento contra los empleados públicos. Quien vote en contra o quien sea siquiera sospechoso de ser visto como “traidor”, “infiltrado”, “escuálido”, “escuaca” va para afuera. Así pasó en el 2004, cuando el referéndum revocatorio contra Chávez, y así ha pasado en los años siguientes.
Rocío San Miguel es el ejemplo. Fue víctima de la llamada Lista Tascón, la recolección de firmas efectuada en los años 2003 y 2004 para exigir la renuncia del entonces presidente Hugo Chávez, petición que condujo al referéndum revocatorio de 2004 y que falló en contra de los firmantes (hubo acusaciones de que la lista fue usada por el gobierno para discriminar a los opositores, luego de que fuera publicada en internet por el diputado Luis Tascón -del Partido Socialista Unido de Venezuela- como parte de la verificación de las firmas; el gobierno afirmó que algunas organizaciones privadas la estaban usando para discriminar en favor de los peticionarios). Ella dirige la ONG Control Ciudadano y lleva su caso en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Fue despedida por votar a favor del referéndum revocatorio en contra de Chávez.
En Venezuela hay crisis humanitaria. No hay comida ni medicinas, pero sí una serie de violaciones a los derechos ciudadanos, como el hecho de que a los pensionados y jubilados que están en el exterior no les pagan ni sus jubilaciones ni pensiones porque dicen que no hay dinero o porque si vienen a Venezuela no lo necesitan.
Lo cierto es que esa gente, los gobernantes y sus seguidores, han hecho demasiado daño.
Aunado a ello, recuerda que hay denuncias relacionadas con el control de cambio: hay varias tasas para el control de cambio. Una de ellas es para los productos prioritarios y está en 10 bolívares. Con 10 bolívares apenas compras dos boletos del Metro (más nada). La tasa paralela, la del mercado negro, es de más de 4 mil bolívares y la inflación para 2017, según el FMI, es de 720% (para 2018 la calculan en 2068%). Recomienda consultar el costo de la canasta básica de acuerdo al Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas, en http://bit.ly/2mKMf8d).
Adriana detalla que para comprar productos regulados y de primera necesidad, como arroz, pasta, harina de trigo, champú, jabón de tocador, pasta de dientes, desodorante, papel higiénico que no hay en el mercado, entre otros, y que llegan cada cierto tiempo, se debe esperar el día asignado para ello de acuerdo con el número de cédula de identidad. Aunque sin hacer colas de horas se pueden comprar a los llamados bachaqueros (vendedores informales, buhoneros) que los revenden dos, tres, cuatro, cinco veces más caros.
En las panaderías no hay pan de ningún tipo y para comprar los productos regulados, que son los de primera necesidad, tiene que ser por número de cédula y una vez a la semana y racionado. No hay panadería donde tú puedas ir sin tener que hacer mínimo una hora de cola para comprar pan si es que hay… Durante el gobierno de Chávez fueron expropiadas e invadidas cantidades de tierras, además de empresas de alimentos. Aquí ha habido casos de importación de comida que al poco tiempo se pudre en los contenedores. Son casos gravísimos de corrupción… (hay) funcionarios que importan toneladas de comidas a sabiendas que se van a perder en poco tiempo. Inflan las facturas, traen la comida y la dejan en los contenedores. Mientras tanto la gente no tiene qué comer…
Considera que las actuales movilizaciones podrían generar un cambio; las manifestaciones actuales son mucho más contundentes porque a su parecer, la gente está perdiendo el miedo, está reaccionando, hay un despertar de consciencia y por ello confía en que el país se recuperará pero, mientras eso pasa, lo cierto es que nadie se puede imaginar siquiera la crisis que hay aquí. Hay que vivirla y no se lo deseo a nadie…