“Un cardenal” y “Esperanza” por Xánath Caraza

Un cardenal

Se percha en lo que

queda del invierno.

Me acecha con su cuello

emplumado y ojos nocturnos.

Sigue cada uno de mis 

movimientos en la cocina.

Correspondo en silencio.

Soy yo quien está perchada

en lo que queda de vida.

Crecen las plumas en lo

que fueron mis brazos.

Me veo a través de la ventana

deslizándome en la eternidad.

Esperanza

Somos tormenta sin destino

dispersos en la eternidad,

giros aislados que no

encuentran otro similar. 

Esta fulminante realidad sobrecoge,

nos fuerza a establecernos 

en ciudades virtuales

de luz artificial y metálicas voces.

Somos una nueva generación 

de migrantes, obligados a vivir

entre circuitos y ecos electrónicos,

cubiertos con endebles cubrebocas.

Esperanza, toma nuestras manos,

llénalas de rayos cristalinos

que se reflejen en los corazones 

y saturen los cuerpos.