Relato «Vigilantes» por Gabriela Quintana

Caminaba por el parque al rayar el alba con un cuchillo bajo mi abrigo. Sentía una mirada densa que me seguía como si fuera mi propia sombra, agobiándome. Giré para saber quién me observaba y no vi ni a un alma. Me senté en una banca y una voz chillona comenzó a hablarme, rasgando la atmósfera. Llevé la vista alrededor y nada. No había nadie cerca de mí. Me erizó la piel, ya que seguía escuchando aquel extraño rumor. De pronto, un gato surgió de entre los arbustos y se acomodó en la banca, moviendo la cola con sutil gracia. Creí ver en su rostro una gran sonrisa mientras clavaba sus ojos en los míos. Pensé que debería ser el cansancio de la semana.

-¿No me responderás?- escuché decir.

-¿Dónde estás? ¿Quién eres?- Pensé en voz alta

El gato se lamía la pata y sentí mis ojos abrirse, tan grandes como los del búho. Me dirigí a él y respondí:

-Recorrí el mundo y no encontré un lugar que me hiciera sentir en casa. Conocí a muchas personas tan oscuras como malditas, el alma tiznada de lepra. La inocencia ya no la encuentras ni en los niños, pero todavía no está desgastada. Atisbos de una pureza no tan roída…-Suspiré y seguí.

¿Y tú? Anclado al mismo parque y orinando los mismos árboles…

-No ambiciono nada que un árbol no me dé, ni nada que un jardín no me arrebate -ronroneó.

Me rasqué la cabeza ante la sorpresa y sentí el deseo incontrolable de lanzarme entre los coches, pero en ese insulso pueblo sólo pasaban bicicletas. ¡Caramba! Percibí burla y cierta desfachatez en su expresión. Así que tomé el cuchillo para crear hilos rojos, pero entre todos, tuve que escoger aquel romo, mellado y solo alcancé a hacer los mismos rasguños que un minino.

Aquel felino, a mi lado, se desternillaba de risa. Puso su pata suavemente en mi pierna, y con el peso de su mirada me transmitió el mensaje: estaba en su última vida.

Me levanté, caminé un poco y aquella voz me siguió. No era él, era yo.

Entonces, oriné en todos los árboles.

 

 

Semblanza:
Gabriela Quintana nació en Villahermosa, Tabasco. Licenciatura en Comercio Exterior y Aduanas, Máster en Programación Neuro-lingüística (PNL), Educadora en Masaje Infantil por la Asociación de Educadores en Masaje Infantil (AEMI) Barcelona. Talleres de Escritura cursados en el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla en colaboración con la Sogem. Diploma de Curso por Escritores.org (España). Colaboró como reportera en la sección cultural del periódico El Sureste de Tabasco (1994). Cuenta con un libro, Baúl de Cuentos, publicado en 2012 por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap).