“Whether or not it is clear to you,
no doubt the universe is unfolding
as it should.”
Max Ehrmann
Cada momento es infinito en cuanto a sus posibilidades. Durante el precioso segundo que una persona toma para elegir una opción existen oportunidades que jamás se le revelarán y aún así, sin temor, se decide una y otra vez durante toda nuestra vida.
Es a partir de este manejo de nuestra existencia que tratamos de comprender si en realidad estamos bajo control o si las cosas que hacemos están predeterminadas y no hay mucho pensamiento que ofrecer a las alternativas.
Existen miles de frases optimistas que hablan de la fuerza del pensamiento y del poder que se tiene sobre nuestros actos. Pero también hay frases como “el hubiera no existe” o “no tenía otra opción” que contradicen ese ideal y dejan a cualquier persona que dedique muchas horas en filosofar al respecto con un sentimiento de vértigo que nunca se disipa del todo.
El cuento Story of Your Life* de Ted Chiang se introduce de manera exitosa en esta filosofía desde un ángulo matemático en vez de uno fantasioso al estilo de Borges. Esta historia de ciencia ficción se desarrolla a partir de la llegada de extraterrestres a la Tierra.
El principio lógico es tratar de entender a estos visitantes para reconocer si la especie humana está o no en peligro y de paso obtener información sobre su tecnología y mentalidad. La historia incluye distintas capas de análisis, una lineal, una filosófica, otra matemática y una más enfocada en el lenguaje y el metalenguaje.
La manera lineal es, tal vez, la más sencilla, pues se puede dividir de manera simple el texto en tres actos que cubren el pasado, el presente y el futuro. A pesar de esto, existe profundidad en el personaje principal, Louise Banks, lingüista que trata de descifrar el idioma de los extraterrestres y que se verá afectada por la interacción y el estudio de los mismos.
Aunque el cuento no gira alrededor de la necesidad de descubrir algo, sí existe una revelación que se da, se está dando, en el texto mismo, mientras se lee, y que admite la imposibilidad de la quietud ante un conocimiento intelectual mayor.
La filosofía y lo matemático del texto van de la mano. Se entiende que el lenguaje, el idioma, implica la misma fe que las teorías que explican la naturaleza y que muy en el fondo incluyen variables que deben dejarse de lado para construir nuevas teorías.
Parte indispensable del texto es la forma en que los extraterrestres organizan una oración, pues el escrito surge al conocer con anterioridad el resultado de las acciones. Dicho de otra forma, no existe un entendimiento de causa y efecto para ellos, ya que todo lo ven junto, sin líneas que marquen el pasado o el futuro. Entonces llega la cuestión moral en la que lo importante de cada oración es la importancia o la necesidad de una acción, organizando así la traducción escrita de sus pensamientos y recuerdos.
Es por ello que el texto maneja una sola perspectiva, pero tres tiempos distintos perfectamente acomodados, como una ecuación que plantea una nueva teoría para explicar la realidad. Ya que estos seres saben todo lo que ha pasado y pasará en sus vidas, su trascendencia se basa en lo fundamental de la acción y no en el resultado; un cambio drástico si se compara con el hombre común que busca justificar sus acciones cuando tienen un resultado negativo.
Finalmente, y para un escritor uno de los detalles más llamativos, se encuentra en la forma en que está escrito el texto. Todo se trata de un solo instante en el que la protagonista recuerda lo sucedido con los extraterrestres, pero también lo que sucederá con su vida y la hija que dará a luz. Y es que un escritor suele querer el control sobre sus historias y trata de pensar cada palabra antes de ponerla en papel. Además, a pesar de que no exista tal cosa como el control absoluto, es normal y bastante recomendado que un autor sepa cómo terminará su obra y conozca el pasado de sus personajes aunque decida no explicarlos en el texto.
La idea de que todas las experiencias que se han vivido y vivirán hasta la muerte se puedan recordar es lo que hace sentir a un creador tan poderoso cuando trabaja, a pesar de los cambios inesperados en el camino que finalmente pueden ser parte de un guión más importante. El libre albedrío y el determinismo no se contradicen cuando una persona que ha visto el futuro decide no cambiarlo, pues confía en las experiencias que le tocan vivir, aunque todo ello implique ver morir a un ser amado o saber la certeza de un fracaso amoroso.
*Este cuento inspiró la película llamada Arrival con Amy Adams que se estrena este fin de semana.