Prolegómeno

Imagen tomada de notiguia.tv

Calendario de performance (Para el Djerrida)

AGOSTO: Escribe una carta a Hacienda (o la autoridad

tributaria equivalente a donde vivas), explicando lo

difícil que es lograr la austeridad sublime del Zen[1].

 

Érase una vez, proveniente de las profundidades del subconsciente de una mala representación existencialista que habita en el subsuelo: un recóndito espacio destinado al olvido, una fosa de forma alargada y curva, un sitio de raíces gloriosas pero fundación apócrifa, un vertedero de desgracias, un lugar más térreo que lo térreo, un país llamado M.

En M., las cosas pintan de maravilla, hay un sujeto de corta estatura y alto estándar en su cabellera, que busca hacer notar eso que casi no se cuenta “pero cuenta mucho”, educando a sus súbditos en el arte de la escasez, de la desvalorización hacia los objetos, de seguir obsequiando centavos al billete extranjero.

Mientras el segundo debate estadounidense no sucedía, a M. le circundó un halo estable, casi como el sol de la mañana, ante la reducción que se vivía el fin de semana, de 80 centavos a los 20 pesos en que se compraba el dólar; y hasta que los candidatos Mr. Muro Inminente y Ms. Correo Personal concluyan su diálogo, podremos decir que el cielo permanecía despejado… ¿verdad?

Todo en M. iría de maravilla, excepto que el camposanto subrepticio ubicado en Torreón, Coahuila, comenzó a expulsar a los más de 3,500 cuerpos humanos que hasta el momento se han encontrado, reflejo de la falta de control que las autoridades han demostrado en el tema de los cárteles de droga.

Lo triste en este caso, además de la evidente situación, es que dicho descubrimiento no vino a realizarse por el gobierno, o por instituciones gubernamentales encargadas de la investigación por los desaparecidos en la zona y en todo el país, y, según se observa en una nota publicada por Sin Embargo, tampoco es algo que se lleve a cabo con el equipo físico adecuado, pues la búsqueda es realizada por parte de civiles y padres de familia en busca de sus hijos desaparecidos.

¿Ni hablar entonces de pedir justicia, ni hablar de erradicar la violencia?

Así, cada día, el país amanece con la noticia de nuevos asesinatos, episodios de violencia y desapariciones forzadas, como el caso de los cuatro jóvenes desaparecidos en Veracruz, tres de los cuales fueron localizados descuartizados el pasado sábado 8 de octubre, tras siete días de haberse reportado su desaparición.

En el fondo de todo M., siguen apestando las malas prácticas, la corrupción, la carencia de una revolución sistemática. El grito que exige aclarar el misterio y aplicar justicia al caso de los estudiantes de Ayotzinapa, aún retumba en las calles y los canales de la memoria colectiva.

¿Sucederá en nuestra generación que se resuelva el dilema?

Esto es M., a esto se ha limitado el país cuya riqueza natural fue el atractivo que vislumbró la desgastada España renacentista. En M., cada día, todos somos –como deseo cumplido a Dostoievski– un poco más insectos.

 

[1] Friedman, K., Smith, O., y Sawchyn, L. (comps.). (2016). Archivo Fluxus 3: Cuaderno de ejercicios. Eventos, acciones y performances. México: Tumbona ediciones. p.93