Aunque George Orwell no escribió una obra futurista sino una crítica a su época, los trazos que realizó en 1984 sorprende en cuanto al reflejo de nuestra actualidad. Sin embargo, tomaremos la obra antes mencionada para dar algunos pinceladas a la vida y la mentalidad de la política contemporánea de los Estados Unidos.
Dentro de 1984, nos encontramos con los siguientes “doblepiensa”:
LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA
Después de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad norteamericana tuvo un gran impacto con el creciente desarrollo de la industria armamentista. El 17 de enero de 1961, el general Dwight Eisenhower, durante su discurso de despedida como presidente de los Estados Unidos, alertó acerca del peligro que resultaría dejar que los intereses de la naciente industria armamentista se mezclaran con la política.
Eisenhower vislumbró lo que acontecería cincuenta años después: la vida política norteamericana sucumbió al interés de la industria militar. Las balas y las plumas no lucharon entre sí; la alianza entre la pólvora y la tinta ha derramado ríos de sangre, pero han sometido la voluntad de un pueblo que se cree libre.
Después del 11 de septiembre de 2001, los estadounidenses tuvieron miedo. Se preguntaban: “¿Por qué el mundo nos odia?” La pregunta reflejó el grado de ingenuidad que la población tenía: ¿por qué nos odian si sólo les hemos llevado la paz al mundo? Paz a costa de la sangre de los civiles. Porque para el pueblo, LA IGNORANCIA ES LA FUERZA.
Pero las guerras provocadas por los norteamericanos no son para llevar la paz, libertad o democracia al mundo; la paz tenía que ser interna, que el pueblo no se percatara de la miseria en la que vive. Por si fuera poco, los estadounidenses aceptaron vivir en constante guerra con el exterior. El gobierno de George W. Bush tomó medidas severas: la Ley de Seguridad Interior para coercer a su población. El miedo los llevó a someterse a la voluntad todopoderosa del gobierno; cedieron su libertad porque LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD. Eso aceptaron.
Con la Ley de Seguridad Exterior o La Doctrina Bush, se estableció un principio básico: La guerra preventiva. Esta doctrina es la ejecución del “doblepiensa”. Hacer la guerra para prevenirla: LA GUERRA ES LA PAZ. Cualquier otra nación que, para los parámetros norteamericanos, atentara en contra de los intereses estadounidenses, tendría que verse detenido por el músculo militar que tanto presumen los Estados Unidos.
Sin embargo, la función de este “doblepiensa” va más allá de preservar los intereses norteamericanos al exterior, sino conservar la estabilidad interna. Orwell explicó la necesidad del gobierno del Gran Hermano de mantener a la población de Oceanía inmersa en la psicosis de una continua guerra que, a pesar de que el contrincante cambiara según la necesidad el Partido Interior, le permitiera creer en un gobierno todopoderoso que vela por la paz de ellos, el pueblo.
Orwell debe de seguir tomándose en cuenta, y debe de contrastarse con la realidad que nos rodea. Los Estados Unidos son un ejemplo de ello. Así que, en las siguientes semanas veremos con mayor profundidad estos “doblepiensa” y cómo han afectado en todos los aspectos de la vida norteamericana.