Amigos y amigas, con profundo dolor compartimos con ustedes que nuestro amigo, poeta y editor Mario Islasáinz ha trascendido. Fue un gran maestro para muchos de nosotros. Siempre apoyando a la juventud y proyectos nuevos, como este espacio, esta revista de la que fue parte por muchos años. Su ojo crítico, sin ningún interés más que el de la literatura, lo puso al servicio de muchas y muchos autores que pasaron por esta publicación. Un hombre de letras, dispuesto a dar y darse como él decía, que no escatimaba en dar la mano. Un maestro. Un ser humano generoso.
Lo extrañaremos mucho, y esperemos que su familia tenga pronta resignación.
Descanse en paz, nuestro querido Mario.