No están solas y, por favor, no se callen…

Las últimas horas han sido de enorme reflexión.

Inicio con un mal chiste: la insana ocurrencia del presidente López Obrador, quien pidió al monarca español Felipe VI reconocer los atropellos de sus antepasados durante su llegada al territorio (que hoy llamamos “nuestro”) hace 500 años y casi tres décadas y se disculpara “por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos; hubo matanzas, imposiciones… la llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz”.

En respuesta, el gobierno español emitió un comunicado en el que lamentó y rechazó el contenido de la misiva enviada por el don Peje y le dijo de todo en dos elegantes párrafos:

La llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas (…) Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria…

Pero no, queridos seis lectores y lectoras, no es el exabrupto senil del ciudadano presidente mexicano el tema esencial de esta entrega, sino la realidad descubierta en los medios de comunicación de nuestro amado país gracias a las amigas y colegas que conforman PUM: Periodistas Unidas Mexicanas.

No me detendré a explicar cómo y por qué surgió, de eso ya se han encargado otros medios y espacios, aunque si usted está interesado(a) en ello, le recomiendo leer el artículo publicado por Sharenii Guzmán en La Silla Rota en el siguiente enlace: https://bit.ly/2HGirIk donde aporta todos los detalles.

El punto es que PUM efectuó un sondeo sobre el acoso, hostigamiento y agresiones sexuales en contra de mujeres que de alguna u otra forma se desenvuelven en este fascinante mundo de la información, cuyas cifras son alarmantes, ofensivas y, por decir lo menos, grotescas: 73% de las mujeres que trabajan o han trabajado en medios ha vivido alguna situación de acoso sexual en su trabajo.

Somos reporteras, editoras, fotógrafas, diseñadoras, infografistas e ilustradoras. Nuestro trabajo es fundamental para construir una sociedad informada y crítica, pero ya no podemos seguir haciendo periodismo en las condiciones actuales.

No queremos seguir trabajando si los editores condicionan la publicación de nuestras notas a que salgamos con ellos. No queremos que nuestras fuentes nos vuelvan a pedir hacer una entrevista en su cuarto de hotel. No queremos tener que cuidarnos del colega acosador que se sienta al lado en la redacción.

Gracias a esta labor, poco a poco empezaron a surgir las historias y se hicieron públicas a través de las redes sociales, señalando a los victimarios e identificándoles con nombre y apellido.

¿Cómo concentrarnos en hacer periodismo cuando el 63% de las encuestadas
acosadas identifica a sus compañeros de trabajo como los agresores? ¿Cómo
defender las notas de nuestras secciones en la junta editorial si somos del 49% de quienes son acosadas por sus jefes directos? ¿Cómo concentrarnos en las preguntas de una entrevista si somos del 43% de las reporteras y fotógrafas acosadas por su fuente?

AcosoDATA: Termómetro del acoso sexual contra las mujeres en medios periodísticos, es el primer ejercicio de Periodistas Unidas Mexicanas y evidenció la vergonzosa realidad que ellas deben enfrentar: además de la violencia tristemente acunada y acuñada a lo largo y ancho del país; además del acoso terrible de que son objeto todo el día todos los días en todos lados; además de las enormes diferencias que el género trae consigo en todos los ámbitos de esta machista, intolerante, agresiva, desigual y ciega sociedad, también deben lidiar con todo eso en un espacio que idealmente debería ser seguro para todos y todas.

¿Cómo concentrarnos en hacer periodismo cuando el 63% de las encuestadas
acosadas identifica a sus compañeros de trabajo como los agresores? ¿Cómo
defender las notas de nuestras secciones en la junta editorial si somos del 49% de quienes son acosadas por sus jefes directos? ¿Cómo concentrarnos en las preguntas de una entrevista si somos del 43% de las reporteras y fotógrafas acosadas por su fuente?

Conozco algunos casos y no se reproducirán en este espacio porque no es a mí a quien corresponde hacerlos públicos. Es su decisión revelarlos o no. Respeto eso.

No estamos solas. Y no nos vamos a callar. Exigimos medios éticos que garanticen espacios libres de violencia y acoso.

Lo cierto, es que el miedo y el terror no son solo palabras, imágenes o diálogos en una pantalla. Ambos son sentires. Tan reales como el coraje, la frustración e impotencia de quienes han debido enfrentar situaciones de ese tipo.

PERIODISTAS UNIDAS MEXICANAS #PUM. Estamos en todos los medios periodísticos, observando y organizándonos.

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No. No están solas y, por favor, no se callen…