Minificciones por Yurena González Herrera

Oficio de arte insano

Me gusta ponerme mi bata blanca y guantes, sentirme meticuloso y aséptico. Distribuir mis herramientas sobre la tela azul en la mesa auxiliar. Estirar mis brazos y dedos, oirlos crujir. Me deslizo alrededor de la pieza y la miro desde distintos ángulos. No es porque me cueste o dude hacer la incisión. Es que me gusta recrearme en los preliminares. Porque debo saber antes de escribir, a quién y cómo abrir. Y cómo, para sorprender, cerrar con un buen final.

 

Una Teoría M

La eternidad creó un lugar donde existían dos bestias: el tiempo y la muerte. Las observaba hacer su trabajo. El tiempo cumplía con su deber de comenzar y terminar en el mismo punto; la muerte se divertía matando de distintas formas a las mismas personas. Las observaba desde lo alto, como hormigas en un terrario. Algún día decidirá devorar a sus hijos para que la noche no ganase ni una batalla más.

 

Espejo de tinta

Cada noche sueño que se me abre la carne en delicadas páginas de seda, con unos extraños símbolos que parecen letras: es un lenguaje que no hablo ni reconozco. Pero cuando las toco, las páginas se vuelven negras, satinadas, parecen contener un mar líquido en su seno. Y cuando reúno el valor de preguntar al espejo de tinta, ¿quién o qué eres? Siempre me responde: tu primer libro. Me escribo cada noche, en tus sueños.

 

 

 

Semblanza:

Yurena González Herrera nació en 1980 en Tenerife y es historiadora, bibliotecaria y escritora. Se ha formado como Gestora Cultural. Ha publicado en obras colectivas y revistas del género y ha participado en encuentros, simposios y festivales internacionales. En 2016 publica su primera obra, El diablo se esconde en los detalles (Escritura entre las nubes).