Minificciones por Eduardo Rocha

El Culpable

Cuentan que Adán no emprendió esfuerzo alguno por recuperar a Lilith. Y es que, después de todo, alguien debía inventar —para los que ahora somos legión— la cobardía.

 

La Sirena

Dijo que le sería imposible cantar para mí, que era yo el soldado más noble que ella hubiera visto nunca. Aclaró que no me rechazaba. No. Era sólo que la muerte por su canto iba dirigido a aquellos hombres impíos que no temían a la represalias. A los que osaban robar doncellas y tesoros; cuyos actos penosos quedaban en cantos y versos para seguir vanagloriándose luego de la muerte. Por mi parte sentí algo de deshonor, entonces ella volvió a mencionar lo de mi corazón noble.

Me aseguró —justo cuando me disponía a abandonar su isla— que esperaba a ese tal Ulises; tan vil y pretencioso. Dijo que quería comprobar lo que las demás sirenas decían de él…

 

 

Semblanza:

Eduardo Rocha, 22 años. Una muestra de su trabajo forma parte de la antología Cuerpos Rotos de la editorial Bitácora de Vuelos. Lleva un par de años colaborando con los colectivos literarios «Cuántos Cuentos», de CDMX; y «El Cuentorio», de Colombia. En ambos escribe Cuento corto y Minificción.