Minificciones de Ricardo Bugarín

Almuerzo

Me da miedo el puré de papa. Tan blanco, tan acicalado, tan personal como nalga de bebé bien empolvada. Me provoca estupor de infancia y me da temor que en cualquier momento se le ocurra una sublevación o revolución indoamericana y se desbarranque del plato y sea un zafarrancho el mantel y toda la mesa.

Prefiero un vaso con agua y que todo el resto sea imaginación culinaria.

Improntus culinario

Cuando tenga lista la preparación base, deje reposar unos instantes.

Colóquele una pizca de aderezos y mezcle con suavidad pero con decisión y deje, luego, reposar.

Agregue líquido en pequeñas proporciones y en sistema de chorreado circular ayudándose con batido lento para alcanzar homogeneidad. Deje reposar brevemente.

Verifique que la consistencia sea pareja y el color uniforme.

El aroma que va a sentir es propio de lo actuado.

Presione suavemente con las yemas de sus dedos para comprobar que la densidad es la apropiada.

Tome todo con sus manos y agítelas y haga, finalmente, lo que quiera.

Trágica sobremesa

Ocurrió al final del almuerzo. Y fue por esa bruta ansiedad que nos caracteriza. Cuando partimos las granadas, se nos escurrió la sangre entre las manos.