Minificciones de Jorge Meneses

Purgatorio

 

En un extremo del puente una mujer gritó:

—Acércate.

—Mejor tú —contestó un hombre al otro lado.

—Me da miedo la oscuridad.

—A mí las alturas.

Al rato el tráfico se detuvo. Las chicharras y la gente comenzaron a alentar a los indecisos. Llovía, pero valientes todos soportamos la tempestad.

Ella dio el primer paso. Aplaudimos y gritamos hasta quedarnos sin voz. Él se animó.

Se escuchó un trueno, luego un rayo partió el puente.

Agachamos la cabeza, nos dispersamos. El hombre y la mujer se quedaron viendo hasta que la lluvia los disolvió.

—Acércate —se volvió a escuchar al poco rato.

 

Magia

 

—Que arroje la primera piedra el que esté libre de pecado —dijo Jesús.

Un pastor delgado, muy delgado, se adelantó, tomó una piedra, la dispuso en su honda y la arrojó. El proyectil se estrelló en la frente de María Magdalena.

—Tú —gritó Jesús, —¿en verdad estás libre de pecado?

—No, pero neta que tenía muchas ganas de arrojar esa piedra.

María Magdalena, sangrando, se levantó, abofeteó a Jesús y luego dijo:

—Idiota —la gente rió.

Jesús partió a una lejana montaña y meditó durante un largo rato sobre su futuro inmediato. Era el tercer truco que salía mal y aunque un conejo quedaba en su sombrero, la gente se había aburrido ya del mismo truco barato.

Arrojó el sombrero, se quitó el frac y el bigote postizo, luego se enfiló hacia la ciudad para ejecutar su más grande acto.

 

Contra el enemigo

 

El niño terminó ya su castillo. Una obra monumental que será recordada por varias generaciones.

El castillo tiene un foso profundísimo, desde ahí los curiosos pueden tomar fotografías a la torre de homenaje o adentrarse al interior de la construcción para simular ejecuciones en el cadalso del patio principal.

Sin embargo, a pesar de lo formidable de la obra, es tarde. El niño no pudo contener al enemigo. El aborrecible rival, quien usa un traje negro que le ayuda a vivir y una capa negra, que se le agita como bandera cuando el viento, arrecia; duerme con su madre, y a veces, en reuniones familiares, obliga a los concurrentes a llamarlo “lord”.

 

 

Semblanza:

Jorge Meneses. Ciudad de México, 1991. Ha publicado en medios digitales e impresos (Los Heraldos Negros; Opción; Crítica, entre otros). Forma parte de dos antologías de cuento: Hacerle al cuento (Amarillo Editores, 2015); y Después del viento: trece homenajes a Jesús Gardea (Aldea Global, 2015). Primer lugar en la categoría de cuento en el I Primer Concurso Literario “Tinta Chida” (2017); mención honorífica del Concurso Internacional de Cuento “Las Dalias” (2017).