Minificción por José Zelaya

La herencia

En el bosque, el lobo le ayudó a cortar algunas hierbas venenosas. Al terminar, se tomaron de las manos y llegaron a donde vivía la abuela. Mientras la anciana hablaba del testamento por teléfono, la niña de capa roja la saludó y ofreció prepararle un té. Cuando ya estaba listo, la abuela lo tomó con sus manos y se lo bebió. Caperucita sabía que luego del último trago, la casa y toda la fortuna de la abuela, sería suya.