La revelación del inconsciente
Carl G. Jung leía el Libro del Corán y esa noche soñó que estaba con Moisés y Khidr, El Verde, al frente del Mar de Persia. Khidr tomó arena de la playa con sus manos, después voló y la esparció a los cuatro puntos cardinales de la península Arábiga.
La arena cayó nuevamente en las dunas del desierto y al momento surgió una manada infinita de camellos con cargamentos de oro y plata. Los ojos de Jung brillaron de codicia ante el fantástico evento. Mientras tanto el patriarca Moisés y Khidr, el primer ángel de Dios, discutieron los mandamientos contra la infamia y la codicia de los hombres.