El cadáver, los sentimientos y el artista ladrón
Era de noche, una noche sin estrellas, sin magia, el viento molestaba a los árboles, inquietando a sus hojas, arrastrándolas hacia el sucio piso que pisan los hombres. Tenía frío y mi abrigo no era lo suficiente para lograr contenerlo. No extrañaba al sol. Tampoco quería que amaneciera. Busqué el sonido de los animales nocturnos por un tiempo, después me di cuenta que estaba completamente solo. Mi cuerpo se estaba inmovilizando. Un faro alumbraba la escena. Me interné en el bosque, caminé sin saber el camino, la oscuridad era densa, no tropecé al andar. Al poco tiempo ya no quise seguir y toqué un árbol para detenerme, lo sentí raro; su textura era diferente, no podía distinguir con exactitud qué estaba tocando. De mi bolsillo saqué un encendedor, el fuego falso no quería avivarse, lo falso nunca funciona, sin saber cómo unas ramas tomaron mi mano como si éstas fueran una mano, y luego ya no tenía el encendedor conmigo; ahora veía. Junto a mí había un cadáver con un corazón en su mano, que latía, fue cuando me pregunté: “¿Cómo sobreviven los sentimientos? El cadáver estaba triste, sus lágrimas no eran visibles porque estaba seco, sus huesos eran un desierto. Tomé la mano del cadáver, le quité el encendedor, sus huesos estaban amarillentos. “Los sentimientos se fosilizan, pasan de generación en generación; muertos, esperando vivir”, dijo el cadáver entregándome el corazón vivo, lo tomé y me alejé. Caminé por el bosque buscando una respuesta. “Corazón que late y el sentir rebota, ay, pobre del cadáver que lo soporta, el corazón envidia a los huesos por ser eternos, qué tercos son los huesos al querer latir”, pensé. ¿Qué era yo, un artista ladrón que le faltaba inspiración y encontró a un cadáver que se la robó? Busqué a la luna para aullar de arrepentimiento. Ya no encontré al cadáver para devolverle su corazón.
Semblanza:
Abraham León Chávez (México, 1996). Tiene publicado su cuento “Yo era una persona u olvidé ser un demonio”, en la antología digital de cuento fantástico #35, de la Revista Penumbria, en México. Tiene cuatro microrelatos publicados: “Piel y alma” en el libro impreso Porciones del alma III y el “Barco” en libro impreso Pluma, tinta y papel V, y el “Descanso” en el libro impreso Inspiraciones Nocturnas III, y “Persecución” en el libro impreso Micro terrores, en Madrid, España, en la editorial Diversidad Literaria. Colaborador en el reconocido sitio web NGC 3660, con su relato “Jinurk”, en España. Colaborador con la revista impresa hispanoamericana Nictofilia #2, con su cuento “El último prisionero”, en Lima, Perú. Actualmente trabaja en el primer libro de una trilogía de ciencia ficción, así como en diversas obras de teatro y guiones de cine.