(Leerse con el tema de fondo Run to you de Brian Adams. En evocación de un día nublado de noviembre…).
Los gatos reclaman su alimento. En tanto, un cielo rojo con altostratos arriba a la puerta donde mi padre duerme el misterio glorioso, ahí se levanta una cerca desde un día de marzo hasta aquí: para no olvidarse, para no absolverlos.
Reviso la correspondencia y encuentro el nombre de ella en mi bandeja de entrada. Las ideas, las suposiciones y los hubiera tratan de tomar forma en los altostratos de mi cielo, donde apareció tu nombre sobre la frente de un rostro desdibujado. Nada cambiará el remanente de un solaz cortejo, azarosa errata.
En la televisión comienza ¡released! Human rights concert 1986. Bob Geldof abre el concierto: Paula Yates, Michael Hutchance, infidelidad. Bob Geldof y Paula Yates, divorcio. Michael Hutchance, Bob Geldof y Paula Yates (la puta Yates…). Pensamiento heterogéneo.
Después de lo suficiente surgen los primeros acordes
She says her love for me could never die
But that’d change
If she ever found out about you and I
Oh, but her love is cold
It wouldn’t hurt her if she didn’t know
Because…
When it gets too much
I need to feel your touch
I’m going to run to you
I’m going to run to you
Su pensamiento en el mensaje discierno. ¿Quién arroja las migas de pan y forma caminos, caminos para no perdernos?
[…] La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber un descuido, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha
pero en las grietas está Dios, que acecha.
El pensamiento, a tientas, busca asirse al significado de las asociaciones que, misteriosas, se engarzan en la espiral de un místico predicado.