Recuerdos Rulfianos
Andamos volando bajo por los maizales, y la nopalera se queda mirando con esos ojos de tuna que espinan de tan dulces. El caporal me dijo que mi raya no alcanza p’a pagar la deuda y mira que le he dado duro al azadón. Nomás por el verde que miro por el campo me quedo, si no me iría a los estates, con la Juana, pero ya ves, aquí me quedo atarugado con esta aflicción de no saber p’a qué vino uno.
Minificción originalmente publicada en nuestra edición IX.