Malebolge Digital

Si Dante tenía razón y el otro mundo se divide en tres: Infierno, Purgatorio y Paraíso, internet sería lo más cercano al infierno. Específicamente en lo que respecta a los círculos primero y octavo. En aquel se castiga la lujuria, no hace falta abundar en éste punto. Respecto al Octavo Círculo, llamado también Malebolge, es el lugar donde son castigados las personas que usaron la malicia para fines fraudulentos. Es protegido por Gerón, figura antropomórfica que posee tres cuerpos, con sus respectivas cabezas y extremidades. Este círculo se divide en 10 fosas, cada cual sirve de sede para los pecadores de un tipo de fraude en específico: Proxenetas, embaucadores, aduladores, simoniacos, adivinos, magos, malversadores, hipócritas, ladrones, consejeros fraudulentos, entre otros.

Como puede observarse, internet no sólo sería la encarnación del infierno, específicamente podría ser la del Octavo Círculo, pues mientras navegamos nos encontraremos con aquellos y otros más tipos de fraudes. Si alguien escribiera la continuación moderna de la Divina Comedia debería incluir: noticias falsas, encuestas manipuladas, usurpación de identidad y por supuesto, extorción y fraude digital, pienso que también es éste círculo del infierno digital debería incluirse la divulgación no autorizada de imágenes personales.

El caso de las famosas…

En septiembre de 2014 un atacante cibernético publicó fotos de Jennifer Lawrence, el tipo de imágenes que se dieron a conocer eran de contenido sexual o íntimo.  Antes y después han sido afectados más de 35 famosos (y contando), entre ellos, Rihanna, Jude Law, que de una u otra forma cayeron en las trampas de los hackers, publicando sus fotos en diferentes páginas de internet y como bien sabemos, no hizo falta más para que en pocos minutos ya estuvieran en miles y millones de celulares.

Una nota de interés: existen estrategias que han vulnerado a las defensas más efectivas, verdaderas fortalezas digitales, como el caso de “WannaCry” y “Petya”. Pero en el plano de las defensas de los particulares, de nosotros los mortales, la mayoría de las veces es vulnerada por estrategias más sencillas, en los más de los casos, acceder a vínculos recibidos que no son seguros, enviados a correos electrónicos o Whatsapp. O el “Hackeo Social” obteniendo contraseñas a partir de información del individuo.

Esto nos muestra que las personas no toman precauciones pare evitar filtraciones de su información personal. No faltará quien diga que no hace falta, que deberíamos vivir en un mundo seguro, sin “hackeos”, pero es cierto también que, atendiendo la naturaleza del hombre, sería utópico considerarlo, como también lo sería imaginar un mundo sin delitos y sin muertes. Si Beatriz fue la musa que inspiró a Dante para escribir la Divina Comedia; la condición humana es la protagonista de su obra, especialmente en cuanto a las debilidades de hombres y mujeres, no en vano el Infierno es la parte más leída.

Lo que hizo Ninel…

El 25 de enero de 2018, la actriz Ninel Conte comunicó a través de su cuenta de Twitter un intento de extorsión en su contra. Se trató de una imagen en la que la actriz aparece mostrando su espalda, al parecer querían obtener algún beneficio económico para no publicarla.  La imagen, en efecto, como relata, no tiene ninguna afectación grave, por así decirlo. Incluso algunos usuarios de Twitter señalaron la foto como una estrategia publicitaria.

Empero, no debemos descartar que la extorsión pudo existir, porque puede ejercerse por igual con imágenes con alto contenido sexual e íntimo, como por imágenes no tan explícitas. En ese sentido, a manera de analogía, recordemos que estamos expuestos a un robo por millones de pesos, como a uno por miles de pesos, sólo que, en el caso de los millones, las probabilidades son mayores. En ningún caso estamos exentos. Al final, Ninel decidió publicar las imágenes. Estrategia publicitaria o caso real, estar en un caso de éste tipo pone en una encrucijada a las víctimas del Malebolge Digital.

Cabe recordar un antecedente importante, ésta actriz fue víctima de constantes ataques digitales. Fue aproximadamente entre 2015 y 2016 cuando el cyber bullying tuvo como objeto a esta actriz. En esta ocasión, tampoco fue la excepción, entre los comentarios se pudieron encontrar burlas y por supuesto, no podían faltar, solicitudes del “pack”, peor tantito.

No son los únicos (casos parecidos) …

Otras figuras que son constantemente acosados son David Faitelson, comentarista y analista deportivo que observa sus como los comentarios de sus “seguidores” inundan sus Twitts con recordatorios de la agresión que recibió por parte de Cuauhtémoc Blanco, entonces futbolista. Entre los casos más graves se encuentra el acoso realizado a la actriz porno August Ames, al ser criticada en las redes sociales por rehusarse a rodar una escena en una película en la que participaría un actor que había hecho porno gay. Ames tenía todo el derecho a negarse, sin embargo, al final la actriz se suicidó.


El Pandemónium …

Si el internet es el infierno y hemos encontrado el Malebolge Digital, entonces hace falta encontrar su capital. En El Paraíso Perdido (1667) de John Milton, el Pandemonium es la capital del infierno. En internet no tenemos una capital (todavía), pero las redes sociales comienzan a ser lo más próximo a ello. Por eso no debemos desestimar tomar todas las precauciones respecto a las imágenes e información que publicamos en ellas, porque aparte del Derecho al Olvido, no estamos seguros de que nuestra información personal será eliminada cuando dejemos éste mundo. De lo contrario, corremos los riesgos de quedar inmersos en el infierno digital que hoy en día es internet, suspendidos, eternamente en nuestros pecados.