«Luz de octubre» por Xánath Caraza

La canasta roja para pan está lista

Las manos de Nila no paran

Hornean felicidad

Flores de papel para el altar

Tejen arcos de cempaxóchiles amarillas

Bordan manteles de mariposas rojas

Campanadas suenan a lo lejos

Anuncian que la hora ha llegado

Hay que abrirles la puerta

Ya llegan, ya vienen

El humo de copal marca el camino

Ya llegan 

Se oyen los pasos de azúcar blanca

Las voces del pasado

Las risas se confunden con las campanadas

Entonan su concierto

Anuncian la llegada

El sol se perdió entre las estrellas

Desde las montañas nubladas

Descienden las almas

Ya las veo

El pueblo se llena de alegría

Las puertas de madera se abren

Para los seres queridos que regresan esta noche

Tomados de las manos, juntos

Los vivos y las almas

Beben chocolate 

Y papel picado

Ya llegan, las almas descienden

Tan sólo esta noche

Nila descansa

Viejita de manos grandes

De pasos de azúcar blanca

Cuyas manos no paran

Hornean para las almas

Luz de octubre que revuelve el alma