La otra garita

—¿No tienes Sentri?

—No.

—¿Por qué no la tramitas?

—Porque no la necesito, casi ni cruzo.

—Yo tampoco, pero de todos modos ya la saqué. Qué flojera cruzar.

—Qué flojera. Pero no.

En repetidas ocasiones, mi papá me ha contado de esos tiempos pre 9/11 en que ingresar a Estados Unidos por la garita era mera cuestión de un permiso local, como paseos escolares o trabajo de chofer. También de que no todos los polleros era como se pinta en la actualidad, pues muchos de los que cruzaban ilegalmente era por la puerta principal, sólo que con camuflaje. De vez en cuando me imagino esa época en que cruzar al otro lado no requería tantas horas de fila ni cuestionamientos excesivos por parte de los oficiales de la aduana (los famosos “migras”). Aún más reciente, recuerdo los tiempos pre caravanas migrantes, en que si bien se sabía de antemano que los domingos y alrededor de días festivos estadounidenses siempre hay fila extra, si calculabas bien tus horarios, quizás el recorrido duraría sólo una hora (30 minutos a pie).

Cuando en 2011 habilitaron la Ready Lane, coincidió con mi renovación de visa, por lo que en automático en mi familia pudimos usar esos carriles sin problema; en ese entonces era la gran novedad transitarlos, pues se supone que agilizaría el cruce en una época en que casi nadie tenía aún tal visado. Sin embargo, en la actualidad, el reloj sigue demostrando que como alternativa, no funciona, que era más bien una mera actualización del sistema estadounidense y el verdadero método para el cruce ágil: la sentri.

—Entonces tú no quieres sacar la sentri.

—Nah. ¿Y tú ya la recibiste?

—No, el trámite sigue atorado, pero ya sé que es por los antecedentes.

Según información del sitio oficial del CBP, “La Red Electrónica Segura para la Inspección Rápida de Viajeros (SENTRI, por sus siglas en inglés) es un programa de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos que permite el despacho acelerado para viajeros preaprobados y de bajo riesgo a su llegada a los Estados Unidos. Los participantes pueden ingresar a los Estados Unidos utilizando carriles primarios dedicados a los Estados Unidos en los puertos fronterizos terrestres del sur. Todos los solicitantes se someten a una rigurosa verificación de antecedentes y una entrevista en persona antes de la inscripción. Los tiempos de procesamiento varían según el solicitante, pero en promedio puede esperar que su solicitud se procese de 10 a 12 meses”. (https://help.cbp.gov/s/article/Article-184?language=es)

—Y que de repente ya estaba la cita. Y fuimos yo y mi hermana porque la tramitamos igual, pero no pensábamos que nos harían la entrevista juntas.

—¿Y qué dijo el migra?

—Nada, nomás las mismas preguntas y ya. Ya nomás falta que llegue, pero que tiene que llegar a una dirección de allá.

—Oh.

Ya van para 30 años de que el sistema se mantiene vigente, y continúo sin la necesidad de solicitar tal trámite que, postpandemia, adquirió aún más auge. Ese tarjetón (que cuesta varios dolaritos) que antes sonaba sobre todo para quienes son transfronterizos y su vida diaria fluye entre residir en Tijuana y trabajar en San Diego, ahora es moneda corriente para todo aquel que está harto de las filas que llegan hasta 10 horas en fines de semana. Y sin embargo, continúo cuestionándome su verdadera funcionalidad.

—¿Quién para cruzar? Nomás que ya saqué la sentri, así que se me cruzan a pie y los espero a la vuelta.

Ahora es común que cualquiera que logró tramitar su visa sentri, que en tiempos recientes se va a los extremos de tramitarse en menos de dos meses, hasta durar más del año, en las contadas ocasiones en que alguien decide cruzar en compañía a San Ysidro u Otay, sea en carro o a pie, advierte que va a irse por la sentri. Y yo me cuestiono luego si, aunque se sabe que fue un proceso que costó dinero y esfuerzo, realmente afecta que una que otra vez hagan la concesión de acompañar a las otras personas por el cruce regular o Ready Lane, si de todos modos, cuando resulta que hay buen tramo, tendrán que esperar desde el extremo estadounidense a sus acompañantes. Quizás es que gastan mucha gasolina, o no se pusieron bloqueador. Quizás simplemente es una nueva línea divisoria.