Hace algunos días, 15 o 20 no recuerdo, me di la oportunidad de ver nuevamente Spotlight una de las mejores cintas que se han producido sobre este noble oficio al que he dedicado una parte de mi vida, tiempo, esfuerzo y demás.
En esa cinta, producida en 2015 y que en español fue titulada “En primera plana”, el equipo de investigaciones especiales del Boston Globe (diario de Boston, Massachusetts, EU) conocido precisamente como Spotlight, investigó y evidenció uno de los más grandes escándalos que la Iglesia Católica ha tenido que enfrentar en un sitio, pues ocultó una innumerable cantidad de abusos sexuales cometidos por sus sacerdotes allá, en la tierra de los Medias Rojas.
Iniciaron con la incertidumbre inicial y la posterior seguridad de poder documentar al menos 84 casos. La investigación concluyó con más de 600 historias que fueron publicadas en el diario y que, a la larga, les permitió obtener el premio Pulitzer por “servicio público” en el año 2003.
En uno de los tantos entramados que presenta la cinta, se toca el espinoso, vergonzoso y cuestionado actuar de esa Iglesia al proteger a esos sujetos. De hecho, en alguna de las escenas uno de sus representantes en plena homilía dominical se dirige a la feligresía y recuerda que la historia de todos está en internet y se pregunta si debería preocuparse por su puesto laboral, para luego responderse en voz alta que “el conocimiento es importante, pero la fe… la fe es algo distinto”.
Quizá tenga razón. Quizá. Otra participación igual me llamó la atención y por eso regresé a la cinta: “esto es gordo, no es solo Boston, es todo el país, en todo el mundo y afecta incluso a El Vaticano…”.
Tuve la necesidad de iniciar esta entrega con tales remembranzas debido a lo que ayer se hizo público gracias al presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, quien confirmó que en 9 años, algo así como 152 sacerdotes fueron suspendidos al ser acusados de abusar sexualmente de menores de edad en México, según informó. Hasta dijo que algunos de ellos están en prisión. ¿Nombres? No. No los hay, al menos no se hicieron públicos.
Lo importante del asunto es que por fin la Iglesia Católica en México lo reconoce y, curiosamente, el Papa Francisco se reunirá con obispos en El Vaticano para ahondar sobre el tema. De hecho varios medios de comunicación en el mundo informaron sobre este encuentro desde el 12 de septiembre del año pasado (https://bit.ly/2GBE0bQ). Todos los presidentes de las conferencias episcopales estarán ahí del 21 al 24 de febrero para “analizar la prevención del abuso sexual de parte de clérigos y la protección de los niños”, dijo entonces la vicedirectora de sala de prensa en El Vaticano, Paloma García.
“Algunos delincuentes sacerdotes están en la cárcel, otros han sido ya suspendidos de su ministerio sacerdotal. En lo que va de estos últimos nueve años han sido retirados del ministerio 152 sacerdotes”, esas fueron las palabras de Cabrera, también arzobispo de Monterrey, Nuevo León.
Casi una década y 152 señalados. Al menos eso dicen… ¿me está diciendo que la iglesia católica se llevó unos documentos jurídicos del juzgado? Hay que investigar.
La duda es ¿qué pasaría si se investigara solo el periodo del Cardenal Norberto Rivera Carrera quien ha sido señalado por proteger y defender a sacerdotes pederastas en los 22 años que estuvo en ese “puesto”? Por supuesto, él lo negó y lo niega y el 6 de junio de 2017 se fue a casa “tranquilamente”. Renunció cuando cumplió 75 años “en tiempo y forma”, así como dicen los priistas. Como sea, fue el protector oficial de Marcial Maciel Degollado, fundador de una cosa que llaman Legionarios de Cristo. Señalado.
“La Iglesia tiene muchos amigos”, es lo único que ahora puedo terminar de decir…
La pregunta es ¿quiénes son, dónde están y por qué?
Ojalá alguien investigue…