(Entrevista Exclusiva Parte 1)
En la música, la escritura es muy importante como elemento y forma de expresión en este arte. Esta vez descubrimos sobre cómo el proceso creativo de la escritura y el hábito de la lectura influye en las obras musicales de Taco Bambú, una banda jalisciense que está en crecimiento, haciendo latir los corazones al compás del ritmo de sus canciones de su primer disco Semilla.
Integrada por Ana Vera (Ukulele y voz), Méndez (guitarra y voz), Toledo (Batería y voz), Chava (Saxofón), Gallo (Guitarra Eléctrica y voz), Mohamed (Bajo), Gera (Trombón), Jaime (Trompeta); desde oficialmente poco más de 2 años, es difícil catalogar en un género, así que ellos lo denominan “Alterlatino Mexa”, pues es una mezcla de reggae, rock, ritmos latinos, de todo un poco. Su primero disco salió a la venta en abril de este año, vendiendo más de 400 discos hasta el momento; después, se fueron de gira a Colombia, regresaron a México, dando conciertos en la CDMX, en Jalisco (Guadalajara), Colima (Manzanillo) y Sinaloa (Mazatlán).
En su primer disco, los autores de las canciones fueron Ana, Méndez, y Toledo. Además, hablamos también con Gerardo, autor de tres canciones del segundo álbum.
Hablemos del Proceso Creativo…
Ana: Varía mucho porque a veces es experimental, jamear, improvisar, así como no saber qué estamos haciendo, porque eso es bueno.
Méndez: Por ejemplo, la tienes (la canción) y no estás cien por ciento segura, entonces nos subíamos a un camión a tocarla y de alguna manera teníamos que hacerlo bien.
Ana: Entre que la creamos y la terminamos de crear tocándola juntos, ahí es donde se definen las rolas que tocamos, para alguien o para nosotros y decidir entre nosotros si así va a quedar. Pero es muy variante, no tenemos una fórmula.
Méndez: Sí, es que hacer canciones no es una ciencia, como diría el buen Jorge Drexler (cantautor uruguayo).
Toledo: Yo, me clavo mucho, no soy como “Hay, pues me salió este acorde, esta música, estas palabras y pues así lo voy hacer”. Pienso mucho en qué decir en la rola, en la estructura, en el cómo decirlo, en el fraseo a la hora de cantarlo… soy muy así.
Cuéntennos sobre sus inspiraciones y su rol como músicos….
Ana: A muchos, yo creo, que nos inspiran los gigantes que han construido un mundo mejor con la música. Crear himnos musicales así como Molotov. Ellos se han convertido en una imagen de México en otra ciudad, y es una imagen conveniente porque protestas, te dice “estamos jodidos y velo y aquí no hay filtros”. Eso a mí me inspira, poder ser ese canal, un medio para transmitir algo importante a alguien más, desde amor, protesta, enojo…
Méndez: Nosotros como músicos también tenemos esa responsabilidad. De alguna forma somos como niños llamando la atención, como que tienes una gracia y la gente te voltea a ver, pero estás haciendo que la gente te escuche y cuando logras eso no solamente tienes atención, puedes influenciar de alguna manera, ya sea positiva o negativa. Puedes decirles “chacarrón, macarrón” o puedes decirles, cantarles algo que les haga cambiar algo.
Ana: Imagínate que estos medios sobrellevaran el poder económico, poder político, la vida sería utópica… pero es mucha responsabilidad si muchos ojos te van a ver, tienes mucha responsabilidad. Eres una ventana. […] Y no se trata de cambiar el mundo, para nada, pero cuando hablas, de manera honesta, en un mundo donde todo está censurado, es súper fuerte a nivel social. Es un movimiento social, básicamente, disfrazado de algo que la economía apoya, que sabes hacer, es algo positivo desde donde lo veas. Así te vean o te conozcan quince personas y con esas quince haces algo bien chido, eres una persona de cambios.
Ahora platíquenos del proceso la concepción de sus letras (de un papel en blanco a una canción)
Méndez: Yo creo que tiene que pasar algo que te mueva para que empiece eso.
Ana: Siempre viene de un sentimiento, te pasa algo fuerte, un sentimiento que te quedó, cañón, y que te provoca crear.
Méndez: Exacto, y luego se mete una melodía… y viene todo lo demás.
Ana: Es más, ¿no te pasa que cuando te enojas, sientes la necesidad de golpear algo, o rayar algo o dibujar, no sé, o gritar, es expresión, al final, y nuestros sentimientos están hechos para ser expresados en todos los sentidos. Algunos lo expresamos con música.
Méndez: Aparte, cada canción tiene una historia bien diferente.
Ana: Sí, porque vienen de lugares distintos siempre. Es como si intentaras recapitular un sueño después de otra noche, no puedes.
Toledo: La creación de “Sí cómo no” parte de varias historias, de varias partes. Una de ellas, que es como de lo trata la historia es una etapa que viví con una morra. Estuve enamorada de una chica por seis años y pues nunca me peló, o sí me peló pero nada más me daba entrada pues, nada más me daba aires de que sí podría haber algo, pero pues yo ahí andaba de pendejo. Nunca pasó nada realmente. La escribí tiempo después de que yo ya había cerrado ese ciclo. El coro de “Sí cómo no”, salió de una vez que estábamos tocando, teníamos poquito que había empezado el proyecto como Taco Bambú y al lado de mí, al lado de la bataca, había tres borrachos, tres güeyes que andaban bien pedos, que cada vez que terminábamos una rola empezaban a gritar “Sí cómo no, ay sí cómo no” entonces yo les empezaba a hacer ritmo como de batucada, todos los músicos me seguían y todos en la fiesta se armaba un desmadre bien perrón, bien chingón. La rola habla de un vago y yo siempre lo he interpretado como que el vago es mi alter ego, como mi conciencia que me está diciendo: “ya güey, ya estuvo bueno de estar esperándola”, mi conciencia se ríe de mí como: “güey, qué pendejo estás por esperarla tanto tiempo, ya güey, ya estuvo, y fíjate, préstale atención a lo que realmente vale la pena, a lo que está pasando en el presente, tus amigos, gente nueva que va llegando”. En esos 6 años llegaban morras que pues a lo mejor pudo haber pasado algo chido y yo no lo vi por estar al pendiente de esa morra.
Autor que inspiró en sus canciones
Méndez y Ana: Facundo Cabral
Ana: En la de Sumérgete. De hecho, estoy super clavada, tengo un libro de poesía de él en mi casa. Me acuerdo que vi unas cosas de él, vi sus videos y todo, y me dije, “no mames, eso tiene que estar en una rola”. Y lo metí, ya teníamos los acordes, y el coro pero no teníamos unos versos y metí eso que me acuerdo que pensé leyendo ese libro (No estás deprimido, estás distraído), lo rimé… Me gusta mucho porque habla desde un lugar muy espiritual y muy amoroso siempre, pero siempre con un putazo de realidad, así como: “güey, la estás cagando”. Pero desde sí mismo, no habla de ti ni de nadie, habla desde sí mismo. Y tiene ese tacto muy divino, hasta se nota que es religioso pero te deja de importar por lo que dice, es muy fuerte, está chido.
Taco Bambú estará en Epicentro. Festival de Innovación hoy 2 de noviembre en el evento La delgada línea entre lo real y lo virtual + Taco Bambú a las 8:00pm, en El Cuartel, al terminar la charla “Todo se Transforma” que dará Manuel Gutiérrez, experto en tecnología 3D y realidad aumentada.