Huxley y la distopía del libre mercado

En la actualidad, el libro de Aldous Huxley, “Un mundo feliz”, escrito en 1932, mantiene una gran vigencia, ya que en el desarrollo de dicha novela el autor expone de forma cruda un sistema de control social similar al establecido en el régimen capitalista contemporáneo.

Lo anterior, se puede sostener basado en el hecho de que en el “mundo feliz” relatado por Huxley, se muestra una colectividad dócil que tiene características propias del diseño societal domínate en el sistema mundo vigente al día de hoy, mostrando de esta forma el terrible rostro del modelo inhumano promovido por los fundamentalistas del libre mercado.

En esta tesitura, hay que remarcar que en el contexto actual se ha inoculado la idea, totalmente peregrina, de que existe una posibilidad de mejora económica y de ascenso social, cuando realmente el esquema neoliberal instituido está diseñado para mantener y agudizar las contradicciones económicas y las diferencias sociales ya establecidas.

También, hay que subrayar que, en la versión del capitalismo actual, se defiende un credo cuasi religioso basado en la infalibilidad y la perfección de los principios del juego democrático, idea presente en la distopía narrada por Aldous Huxley.

Cabe destacar, que este autor retrata a la perfección lo que sería una dictadura perfecta, la cual, muestra en su exterior una falsa fachada democrática. En este sentido, Huxley nos explica que para lograr este propósito es importante construir una cárcel sin muros, elemento que sirve para mantener a los ciudadanos (más bien esclavos) bajo control, ya que así no buscarán romper con las cadenas que los oprimen.

De igual forma, es importante recalcar que en la ficción desarrollada por Huxley, se mantiene un diseño de control social basado en el consumismo, el abuso de drogas y el entretenimiento masivo, gracias a lo cual los ciudadanos/esclavos mantienen una completa lealtad a su condición de esclavitud, por lo cual, la posibilidad de obtener una verdadera libertad se transforma en una idea completamente indeseable.

También, hay que destacar que este autor británico, debido a que vivió una buena parte de su existencia en los Estados Unidos de América, pudo reflejar en su novela el entorno social dominante en aquel país durante la primera mitad del siglo XX.

Por ende, no son accidentales las críticas y la tremenda paranoia que muestra este libro en contra del comunismo al estilo soviético, sin embargo, dichas críticas plasmadas en su obra, son paradójicamente, completamente aplicables a las sociedades pertenecientes al autodenominado “mundo libre”, que según Huxley estaban exentas de aplicar a sus ciudadanos tan aberrantes métodos de control.