«La patria no es patrimonio de ninguna fuerza. La patria es el pueblo y nada puede sobreponerse al pueblo sin que corran peligro la libertad y la justicia».
Eva Perón.
El 1 de Julio de Julio de 2012 el Partido Revolucionario Institucional quedó en Shock al saber que con 19,158,592 votos el Lic. Enrique Peña Nieto ocuparía por seis años la silla presidencial y que con ello, aquel partido hegemónico que gobernó hasta finales del 2000 legitimaria con sus Compromisos por México la necesidad de regresar al poder.
Dicen algunos analistas que el PRI recibió un México hundido en la violencia, la delincuencia y una gran decepción de la mal llamada alternancia política prometida por el Partido Acción Nacional y encabezada por el entonces candidato a la presidencia y ahora expresidente de México, Vicente Fox Quezada. Algunos dicen que era tanta la decepción que provocó el gobierno Foxista que en el 2006 casi le quitan el poder en Los Pinos.
Hay quienes señalan la contienda electoral del 2006 como un fraude para evitar la llegada del líder de izquierda y entonces representante de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador. Se dice mucho ya de los cuatro procesos electorales federales que ha pasado nuestro país en las últimas dos décadas, lo que muy poco se ha comprendido es el valor de aquella persona que ostenta el Ejecutivo tiene para que, frente a cada desgracia de su administración, salga con la frente en alto a dar la cara. ¿De dónde ese valor inconsciente al poder de los ciudadanos?
Uno de los hechos insólitos fue aquel momento en el que, el entonces Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, presentara la verdad histórica respecto a las arduas investigaciones realizadas respecto a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y que, según sus investigaciones, los estudiantes habrían sido cremados en un basurero de Cocula, municipio del Estado de Guerrero. El Ejecutivo ha defendido a capa y espada esta verdad histórica aunque varios expertos capacitados en materia de Derechos Humanos y criminación hayan desmentido en varias ocasiones dicha afirmación.
Más indígnate fue el circo mediático creado por la esposa del Presidente, Angélica Rivera de Peña, quién dijo sentirse difamada y atacada por el equipo de periodísticas de Carmen Aristegui, esto después de que el equipo de reporteros presentaran una investigación detallada y minuciosa sobre la adquisición de una casa con valor 53 millones de pesos aproximadamente. El escandalo surgió puesto que la Actriz, Rivera de Peña, aseguró haberla adquirido con dinero propio, fruto del trabajo de tantos años en la empresa Televisa y aunque parecía cuartada perfecta, el detalle fue que la constructora era Grupo Higa, ahí toda la polémica del caso.
Otra de las tantas tragedias que le sucumbieron a la Administración Federal del Lic. Enrique Peña Nieto, fue la captura de Joaquín Guzmán Loera a dos meses de su llegada al poder ejecutivo, lo lamentable no fue la captura del Capo más importante del mundo, sino que su fuga el 11 de Julio de 2015 provocó incertidumbre entre los mexicanos por la forma de escape: un túnel. Un túnel que tuviera salida cercana al penal en donde se encontraba recluido Joaquín Guzmán. Un año después (2016) el Chapo fue capturado y entre dudas e incertidumbre mundial, fue extraditado al país vecino, Estados Unidos.
Entre gobernadores y exgobernadores acusados de corrupción, malversación y desvió de recursos, el Lic. Enrique Peña Nieto y su partido, tuvieron que aceptar que, aunque los acusados habían utilizado prácticas desleales y oscuras para hacerse de recursos para su interés, ellos no representaban la esencia del nuevo PRI, a muchos personajes priistas se les retiraron los derechos políticos del Revolucionario Institucional como consecuencia.
Lamentable fue además, que entre anhelos de seguir gobernando y el deseo perpetuo de ostentar el poder, el PRI tuvo que corromper sus máximos ideales y romper aquellos candados más importantes para la estructura tricolor, permitiendo así la postulación de candidatos externos para buscar la Presidencia de la República, sin duda alguna, el PRI se convirtió en el arca salvadora de pecados de aquellos que, frente a una derrota anunciada buscaban brincar a un cargo.
El Lic. Enrique Peña Nieto tuvo un valor excepcional al admitir sus errores seis años después, trágico es que en este país los mexicanos estén condenados a ser gobernados por actrices, comediantes, cantantes y que, lejos de mejorar al pais, solo refuerzan la idea ambigua de que aquellos que tanto mal le hacen al país, por lo menos saben lo que hacen.
Gobernar se ha convertido en el mayor susto de aquellos burócratas o mesías que creen poder trabajar para el servicio del pueblo. Los sustos que dan gusto a quienes gobiernan mal es saber que después de ellos, puede venir alguien peor, los sustos que dan gusto es que, aunque se gobierne mal, mientras los #hashtags y los Trending Topic consuele a la masa, todo estará mejor para el que gobierne.
Debemos luchar por un país justo, un país democrático sin mayorías aplastantes, un país en donde el Presidente no sea más quien decida el futuro de nuestro país sino que, junto con la sociedad, se construya el camino por el cual tengamos la oportunidad de crecer y cambiar política, económica y socialmente.