Entrevista con el poeta tamaulipeco Baudelio Camarillo

Entrevista con el poeta tamaulipeco Baudelio Camarillo, en la cual nos habla de su poesía y los elementos que utiliza en ella junto con sus significados, la poesía en sí, sus virtudes y más.

 

Sobre el poeta:

Baudelio Camarillo nació en Xicoténcatl, Tamaulipas, el 7 de septiembre de 1959. Poeta. Radica en Celaya, Guanajuato. Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1993 por En memoria del reino. Premio de Poesía San Juan del Río 1996 por Huerto infantil. Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2004 por La noche es el mar que nos separa. Su poemario En memoria del reino se incluye en la compilación Premio de Poesía Aguascalientes 30 años, 1988-1997, Joaquín Mortiz/Gob. del Estado de Aguascalientes/INBA, 1997. Obras publicadasEspejos que se apagan, Cuadernos de Praxis/Dosfilos, Zacatecas, 1989.  La casa del poeta y otros poemas, Cuarto Creciente, 1992. En memoria del reino, INBA/Joaquín Mortiz, 1994; En memoria del reino / En mémoire du royaume» Écrits des Forges/ Mantis editores/Instituto Chihuahuense de Cultura, Quebec, 2009. Poemas de agua dulce, Praxis, 2000. La noche es el mar que nos separa, Ediciones La Rana, Guanajuato, 2005. Publicaciones electrónicas: «Poemas de Baudelio Camarillo», en Foja de Poesía, 060. Círculo de poesía. Revista electrónica de literatura, 12 de agosto de 2009, circulodepoesia.com. «Poesía de Baudelio Caramillo», selección de Luz Elena Becerril, en Palabras malditas, palabrasmalditas.net.

 

I

 

¿Dónde encuentra lo poético Baudelio Camarillo?

Lo poético lo encuentro en la vida diaria. Siempre he dicho que el poeta es el que nos enseña a mirar el mundo a redescubrirlo con ojos nuevos. Nos ayuda a encontrar una manera de mirar las cosas con más profundidad y belleza, con más claridad pero no claridad de evidencia sino claridad poética. Si no existieran los poetas para reactualizar en cada época los temas eternos del hombre, el mundo sería una simple y llana monotonía. Sin poesía los dioses mueren y después de ellos moriremos nosotros.

¿Cuándo empiezas a escribir poemas y por qué?

Empecé a escribir poemas desde niño, pero de una manera formal y con una intención de ser poeta eso fue cuando tenía 24 años. En mí se dio producto de una necesidad interior. De algún modo yo quería escribir algo similar a aquello que me conmovía o que me dejaba un deslumbramiento. Ahora pienso que todo en mi vida se fue dando para que yo fuera poeta. Hay circunstancias que fueron como puentes de una fragilidad inmensa y que apenas los hube cruzado se derrumbaron. Si uno solo de esos puentes no hubiera existido yo no habría llegado a este lugar donde ahora estoy. Llegar aquí fue algo milagroso y no puedo imaginar mi vida de otro modo.

La tradición oral se encuentra presente en alguno de sus poemas, ¿tu interés inicial radicó en algún momento en este rescate de la oralidad o fue algo que hizo su aparición naturalmente a través de tu escritura?

En mi familia casi todos mis mayores eran buenos narradores orales. Al terminar la cena, por cualquier causa, iniciaba mi abuela sus largos relatos que iba hilvanando pausadamente con el humo de su cigarro. Podíamos permanecer por mucho tiempo escuchando y los niños que éramos entonces nos íbamos a dormir entonces con la certeza de que nuestro mundo era mágico y que el ser bueno o el ser malo tenía eco en aquellos que vivían en el envés del aire. Aquel ambiente familiar de irrealidad y miedo es una de las cosas que más recuerdo de mi infancia.

 

Con al menos tres premios de peso en tu trayectoria puedes responder, ¿”en dónde están los versos que he prometido al mundo”?, como reza uno los Poemas de agua dulce.

Toda mi poesía es producto de mis vivencias y de mis obsesiones. El poeta es un ser humano que debe vivirlo todo y beberlo todo desde el placer más intenso hasta el dolor más acerbo e inhumano porque de ahí es de donde saca la materia de sus versos. Pocos poetas conozco que ejemplifican lo anterior y creo que de todo lo experimentado nos han legado cimas inmensas y precipicios insondables donde  pervive lo más grandioso o terrible del alma humana. En mi caso, mis humildes versos van fluyendo lentamente. Cinco libros en 20 años de trabajo hablan de mis escasas dotes de escritor. Siempre he mirado con desconfianza a aquellos que pueden escribir versos de cualquier tema como por encargo o únicamente determinándose a escribirlo. Como si una poesía auténtica se pudiera programar con mucha anticipación.

¿Qué significado tiene para ti el agua de río, agua dulce, agua como un dios en su obra poética?

Nací y crecí a la orilla de un pequeño río de aguas claras y puras. Ningún tema me es más cercano y vital que ese. Ese río en especial y todos los significados que puede tener el agua que fluye, sus tonalidades, sus murmullos, la lentitud o la rapidez de la pendiente, la profundidad del cauce, la multitud de vida que alberga en su seno, la multitud de vida que bebe de él, y muchas cosas más, encuentran un simbolismo con mi existencia. Al río le debo la misma reverencia que a un dios: a través de él encontré la poesía, la belleza, la verdad, yo le correspondo reverenciándolo y glorificándolo. Ojalá y mis versos le agraden y permanezcan en él mucho tiempo.

 

II

 

¿A quiénes busca encontrar el poema?

El poema busca encontrar espíritus afines. Entre más grande es el poeta más espíritus afines encontrará. El ideal de un poeta sería encontrar como espíritus afines el total de la humanidad. Sólo los espíritus afines aprenden a mirar con los ojos del poeta y se convierten en poetas al leer su poesía. Yo escribo para los que son como yo y sienten y miran como yo. Sólo puedo convencer y emocionar a los que de algún modo son como yo. Octavio Paz dijo, palabras más palabras menos, que el buen poeta es el que escribe por muchos y el gran poeta es el que escribe por todos.

¿Cuál considera que debe ser la principal virtud del poeta?

Creo que la principal virtud de un poeta es convertir en versos sus propias emociones. Encontrar las palabras exactas para nombrar su experiencia. Un poeta es un ser humano común y corriente excepto por el echo de saber nombrar las cosas, por infundirles luz para hacerlas resaltar de nuestra experiencia ordinaria, por obligar al lenguaje a señalar las cosas con más profundidad, belleza o verdad y a decir que el mundo no es sólo lo que vemos. El poeta capta la frecuencia en la que Dios habla, y luego descifra su lenguaje. La poesía es el lenguaje con el que Dios se comunica con los hombres.

¿El poeta tienen alguna función en la sociedad mexicana actual?

En la antigüedad la poesía servía para unir pueblos, razas, épocas. El Tao Te King, el Popol Vuh, el Corán, La Biblia, llevan implícita la función de la poesía. Su función sigue vigente aunque la modernidad la niegue y la menosprecie. La poesía congrega y da unidad y fortaleza a una comunidad o un pueblo. La poesía enseñaba el respeto y el equilibrio y la convivencia con todas las criaturas vivientes. En México, como en casi todo el mundo, se han pisoteado los símbolos de la poesía y se tiene la idea de que es algo innecesario que sólo interesa a unos cuantos locos. Un poeta ya no es un guía. La sociedad va en declive. Los hechos los podemos constatar en nuestra historia diaria. Alguien dirá que el mundo está mal pero no por la ausencia de poesía, yo afirmo lo contrario.

¿La poesía puede salvar al mundo?

Dios creó este mundo con palabras. Fue la poesía la que instauró este mundo. Si la poesía no puede salvarnos nada podrá hacerlo. La unión de muchos pueblos en torno a un gran símbolo sería lo correcto, pero, ¿qué grande, enorme, gigantesco, divino poeta podría crearlo?

 

Nota: la presente entrevista salió publicada originalmente en nuestra XIV edición.