Entrevista al maestro Ramón Iván Suárez Caamal

Conversamos con el maestro Caamal sobre el trabajo que ha hecho durante años como director de la Casa Internacional del Escritor de Bacalar, a propósito de los 28 años de su fundación. También, nos habló sobre los talleres de poesía y dibujo que imparte a niños y jóvenes.

 


«El niño conforme crece pierde en imaginación y empatía a causa de la forma en que se les prepara en la sociedad y en la escuela. Por eso el arte es primordial en la conformación del ser humano: lo hace más espiritual y solidario»

Ramón Iván Suárez Caamal


 

La Casa Internacional del Escritor en Bacalar este 2018 cumplió 28 años de existencia, por ella han pasado muchísimos escritores, poetas y artistas, ¿qué le ha dejado los años que ha trabajado en ella?

Desde que se inauguró y comenzó a funcionar la Casa Internacional del Escritor fue y es un multiplicador de las obras literarias de los que la han visitado. En un principio funcionó con un convenio entre el Gobierno del Estado de Quintana Roo y la SOGEM (Sociedad General de Escritores de México) y mientras duró este acuerdo se realizaron talleres, encuentros de escritores nacionales y de otras partes del mundo. Los estudiantes de la SOGEM venían a pasar periodos para concretar y terminar sus libros y daban talleres de narrativa y poesía especialmente a jóvenes y adolescentes. Al perderse el convenio con la SOGEM la Casa del Escritor siguió su camino recibiendo a literatos que solicitaban estar en ella para consolidar sus proyectos literarios y a cambio ofertaban talleres de escritura, charlas, presentaciones de libros, etc. Posteriormente se abrió el espacio a creadores de otros géneros artísticos (pintura, música, danza, teatro) con lo que el espectro cultural en beneficio de Bacalar se hizo más variado y rico. En meses recientes la convocatoria de residencia se ciñó a escritores solamente.

 

¿Qué dificultades conlleva dirigir un espacio tan importante como La Casa Internacional del Escritor, y cómo ha logrado mantenerla a flote a pesar de los contratiempos, problemas, o incluso, el desinterés de autoridades?

Las dificultades son principalmente de orden operativo y presupuestal. De 16 trabajadores la plantilla laboral se redujo a 5 personas a causa de la reingeniera laboral que se fectuó en el gobierno anterior al actual. La Casa del Escritor depende del Instituto de Cultura de Quintana Roo. Hay muchas carencias en equipamiento y falta personal. Sin embargo, con imaginación y creatividad el quehacer cultural avanza. La colaboración de los artistas residentes es de suma importancia en su funcionamiento ya que se involucran muchos de ellos en el funcionamiento de la Casa del Escritor y asumen un compromiso social loable. Pienso que si se trabaja en equipo con metas comunes está garantizado el éxito. Ésa ha sido mi actitud e intento involucrar a los artistas en el funcionamiento integral de la Casa.

En la Casa se realizan presentaciones de libros, eventos, pláticas culturales; en sus pasillos podemos ver pinturas de artistas locales; es decir, un espacio por y para la cultura donde, además, se imparten talleres diversos, entre ellos, los que usted da a niños, ¿cómo inició esta labor y de dónde nace su vocación por enseñar?

Quisiera hacer más por la Casa del Escritor y por Bacalar. A veces las condiciones adversas me llevan al pesimismo pero vuelvo a pensar positivo cuando veo la actividad de los artistas residentes y los beneficios que trae a la población. El arte y, en especial, la literatura puede ser un catalizador del desarrollo humano. Me inicié hace décadas como creador de poemas gracias a la influencia de mi maestro de Español en la Normal Rural “Justo Sierra Méndez” de Hecelchakán, Campeche, un centro educativo para hijos de campesinos y trabajadores. Este maestro nos acercó a la palabra de una manera viva al hacernos participar en un Club de Peridismo Estudiantil. Fui profesor de educación primaria y luego secundaria por más de cuarenta años. Así que combiné mi afán por la literatura con mi trabajo docente y fue como fundamos varios profesores talleres literarios en diversos lugares del sureste de México. Hay que retribuir en mucho las oportunidades que la vida nos da. Mi formación como maestro normalista es determinante en mi actitud frente a la vida y a la sociedad.

 

Usted no solo enseña a los niños sino escribe para ellos, ¿en que momento decide acercarse y escribir poesía infantil?

Permite que te cuente una anécdota. Cuando nació mi primera hija coincide con un concurso nacional llamado “Carta a mi hijo” que lanza el periódico Novedades. Participo y obtengo el primer lugar. Esa circunstancia me acerca a la poesía para niños ya que inicio escribiendo canciones de cuna para mi hija Citlalli. Luego investigo lo que existía y estaba a mi alcance de la producción literaria para niños. Aprendo e inicio mi producción literaria de modo más serio y profesional. Participo y resulto ganador en dos ocasiones de los Certámenes Nacionales de Poesía para Niños convocado por la Secretaría de Educación Pública. Luego hay un silencio —ignoro la causa— de más de catorce años de escribir para el público infantil. Retomo ese camino al recibir una invitación para publicar en los libros de texto de educación primaria y de allí en adelante no cejo en mi escritura para estos lectores. Hasta la fecha tengo 15 libros publicados de poesía para los niños y otros tantos inéditos. En 2019 Cuba publicará una selección antológica de mis poemas para los niños cubanos.

 

En la situación actual del país, el contexto de violencia, se vuelve urgente regresar a la empatía, al amor, a la calidez humana, y parte de esto se logra con las artes, en ese sentido, ¿qué función tiene la poesía en los niños? ¿Cómo los impacta?

Leí, no recuerdo dónde, que el niño conforme crece pierde en imaginación y empatía a causa de la forma en que se les prepara en la sociedad y en la escuela. Por eso el arte es primordial en la conformación del ser humano: lo hace más espiritual y solidario. Si el niño entra en contacto con las artes —esto puede ser utópico, pero quien pierde la esperanza está condenado al fracaso— dará como resultado un individuo más comprometido consigo mismo y con la sociedad.

 

Su labor ha sido muy importante en varios sentidos en la Casa Internacional del Escritor de Bacalar, y esto también da satisfacciones, ¿cuáles considera han sido los mejores recuerdos que le ha dejado su trabajo en la Casa?

A lo largo de los años mi labor cultural en la Casa del Escritor me ha dejado algunos sinsabores pero más recuerdos agradables: la amistad que hice con algunos de los escritores visitantes y la satisfacción de ver a muchos de los antes niños y hoy profesionistas de valía su interés por las letras: algunos publican libros y otros continúan en donde radican promoviendo la escritura a través de talleres literarios. Nada es más gratificante que recibir después de años el afecto de las personas con quienes convivimos en otras etapas de su vida.

 

Espacios como el que dirige son importantísimos, son oasis que necesitan mantenerse, en ese sentido, ¿cómo ve el futuro, maestro Ramón, de la Casa Internacional del Escritor de Bacalar?

Una Casa del Escritor por siempre. Que este oasis de la creación literaria —como mencionas— permanezca y acreciente su efecto cultural. Para ello se necesita la colaboración de todo el gremio artístico, que se involucren para asegurar su existencia como centro del quehacer artístico; igualmente es necesario que los habitantes de Bacalar, ciudad que está en pleno crecimiento turístico, sientan que la Casa es suya y la aprovechen. El turismo tiene sus beneficio y su parte negativa. Bacalar no debe perder su vocación por la cultura y las artes y la Casa del Escritor puede ser el lugar para asegurarlo. Por último, es necesario una mayor inversión por parte de las autoridades gubernamentales para darle a la Casa el nivel de comodidad que los residentes requieren.

 

Para terminar, su obra personal continúa. Es un artista en toda la extensión de la palabra: escribe, pinta y enseña, ¿en qué nuevos proyectos literarios está trabajando?

Continúo con mis proyectos de escritura y, al mismo tiempo, con las publicaciones de otros autores. Tengo varios libros inéditos, algunos a punto de ser publicados. Seguiré dando talleres y presentando mis libros donde sea invitado. Con Jair Cortés, escritor residente, preparamos algunas antologías de poetas del Caribe. Con José Silva, otro escritor residente, se está publicando un fanzine mensual. Y mientras se pueda, estaré en la Casa del Escritor coordinando sus actividades. Está la idea de crear una biblioteca especializada en Literatura con un apartado de Literatura Infantil y Juvenil. Para ello necesitamos ideas, ayuda de los escritores que puedan enviarnos sus libros, intervención decidida de las autoridades culturales del país. Se trata de hacer de la Casa Internacional del Escritor y de Bacalar un lugar que irradie el arte de la escritura y el gusto por leer.

 

 

 

Semblanza:

Ramón Iván Suárez Caamal.Nació en Calkiní, Campeche, el 14 de abril de 1950. Poeta. Estudió Lengua y Literatura Españolas en la Escuela Normal Superior de México. Profesor de lengua y literaturas españolas. Coordinador de talleres literarios de poesía y cuento para niños y adolescentes; director de A Duras Páginas. En 1978 obtuvo una recomendación para la publicación de Zoo y otras ficciones mínimas en el concurso a nivel latinoamericano promovido por la revista La Palabra y El Hombre de la uv. En 1993 se instituyó el Premio Nacional de Poesía Ramón Iván Suárez Caamal. Autor de la letra del Himno Oficial del Estado de Quintana Roo. Colaborador de A Duras Páginas. Premio Estatal de Periodismo de Quintana Roo 1987. Ha obtenido más de treinta premios en concursos nacionales de poesía, entre ellos, el Premio Nacional de Poesía Jaime Sabines 1991 por Pulir el jade y el Olga Arias 1991 de Durango. Primer lugar en los xii Juegos Florales de San Juan del Río, Querétaro 1992, por Luz del Deseo Obscuro. Primer lugar en los xxii Juegos Florales Nacionales de Celaya, Guanajuato 1992, por Cada vez más silencio. En 2000 obtuvo el Premio Nacional Miscaltia para promotores de cultura infantil, y el h. Ayuntamiento de Otón P. Blanco le otorgó la Presea Gonzalo Guerrero. El Gobierno del Edo. de Campeche le confirió la Medalla Justo Sierra Méndez en 2004. Hizo la selección de textos publicados en Lecturas de Quintana Roo, en la colección del inea. Publicó un libro para talleres literarios titulado Poesía en acción, y otro de ejercicios para talleres infantiles de poesía titulado Resortera para las palabras. Parte de su obra se encuentra en antologías como Asamblea de poetas jóvenes de México, compilado por Gabriel Zaid; Había otra vez y Costal de Versos y Cuentos. (literatura mexicana para niños), compilado por Esther Jacob; Quintana Roo, una literatura sin pasado, selección de Juan Domingo Argüelles; Tiempo Vegetal (poetas y narradores de la Frontera Sur) editado por el Gob. del Edo. de Chiapas.

 

Fuente: http://www.elem.mx