Entrevista a Marconio, Contador Público de Cuentos

“Marconio se ha convertido en uno de los mejores narradores

orales y cuentacuentos de México y Latinoamérica”

J. Villaza, narrador colombiano

Presenciar un espectáculo de narración oral desde la voz de Marconio, es siempre un placer para chicos y grandes, no hay quien se resista a empatizar con las historias que, en ocasiones hasta con el apoyo de instrumentos musicales, el Contador Público –pero– de Cuentos, lleva a cabo.

Marconio, un cuentacuentos preocupado por la situación ambiental, el rescate de nuestras raíces ancestrales y la alegría de compartir su voz a niños y jóvenes, expone a los lectores de la Revista Literaria Monolito el origen, sus visiones y experiencias que le han traído sus más de veinte años de labor en la narración oral.

 

Cuéntanos sobre tus inicios, ¿qué te llevó a dedicarte a la narración oral?

En la Facultad de Filosofía y Letras de mi amada UNAM, a finales de los ‘80, estudié Letras Hispánicas. Ahí me encontré con uno de los más importantes estudiosos del cuento, Jaime Erasto Cortés, quien me puso en contacto con los autores más importantes del Cuento Fantástico. Ahí sonó una campana, ahí frente al maestro, haciendo fichas de trabajo sobre los libros de Amparo Dávila, Francisco Tario y María Elena Bermúdez; los tentáculos del cuento, como género literario, me atraparon. Tiempo después una amiga narradora oral, Cristina Soní, me invitó a verla narrar a Santa Catarina, en Coyoacán. Ahí sonó la doble campana en mi pecho. Ahí entendí que yo debía contar y escribir cuentos. Eso fue en 1994.

 

¿Por qué consideras importante mantener la tradición de oralidad en nuestro país?

No sólo mantener, sino fomentar la tradición oral y la oralidad: que la gente hable, diga, cuente, narre, relate, enuncie; que la gente no se quede callada. Es muy importante saber que la realidad, habitualmente cruel y amenazante, se suaviza cuando contamos nuestras historias. La dureza de la vida cotidiana se hace amable cuando encontramos oídos que imaginen lo que nosotros contamos. Y cuando escuchamos lo que otros nos cuentan, nuestro mundo interno se hace más ancho y más rico. Mantener la tradición de la oralidad es mantener el recurso más importante del ser humano: la imaginación. Pueden quitarte tu casa, tu dinero, tu familia, pero lo que nadie puede quitarte es LA IMAGINACIÓN, para crear y recrear todos los mundos posibles.

 

¿Hay algún autor o narrador oral por cuya admiración ahora te dediques a lo propio?

Mencioné a Cristina Soní, como la narradora que despertó en mí el demonio narrador. Sin embargo, más adelante, puedo reconocer a dos cuentacuentos que marcaron y modificaron mi modo de contar: Ury Rodríguez, de Cuba y Misael Torres, de Colombia. Cuando los vi en escena, yo ya tenía algunos años contando cuentos. Sin embargo, al presenciar sus magníficas narraciones, entendí con claridad qué significa ser cuentacuentos profesional.

 

Tu labor va desde el mero entretenimiento, el rescate de la cultura y hasta temas más complejos como la preocupación ambiental, ¿cuál fue el motivo principal que te llevó a centrarte en los temas que manejas y por qué?

La mitología, el cuento popular y la leyenda son géneros que además de provocar un rato de entretenimiento, nos regalan flores eternas de cultura: qué hace la gente, qué come, qué reza. A través de estos géneros, podemos sentir la textura, el color, y los valores simbólicos del imaginario popular. Cuando contamos La mulata de Córdoba, La llorona, El mito Kiliwa de la Vaquita Marina, entre muchas historias, comprendemos y dimensionamos la gran diversidad de pensamiento y cosmovisiones, no sólo de México, sino del mundo entero. Cuando narramos los mitos de Edipo, El rey Midas, La manzana de la discordia o Teseo y el minotauro (por mencionar algunos), accedemos a las razones culturales de una civilización: su ontología y los motivos cósmicos que explican su existencia sobre la Tierra.

Ponerme en contacto con esa IMAGINACIÓN DE TODOS, entrar en ese río común de valores y símbolos permanentes, es lo que más me motiva para seguir narrando.

 

¿En qué medida crees que la narración oral contribuye en generar conciencia –como la ambiental– en las sociedades; y consideras que esto sea posible con todas las manifestaciones artísticas?

La narración oral, a través del cuento, el mito o la leyenda, penetra directo al corazón simbólico de los espectadores. El cuento es el género más amable para formar conciencias, porque su estética no admite regaños, lecciones o señalamientos moralistas. El cuento muestra a los personajes y sus peripecias; las agonías, los sufrimientos y las alegrías de los protagonistas. Sutilmente escuchamos y aprendemos a través de la magia estética de lo que le sucede a otros, y que finalmente nos sucede a nosotros mismos. Entre los beneficios de la gran literatura -y por lo tanto del cuento mismo- es que nos confronta y pone en juego nuestros valores. Sin regaños ni castigos, el cuento nos coloca frente a los paradigmas de conducta que guían el curso del ser humano. No sé si todas las artes provocan esto, pero sí por lo menos las artes que cuentan, en teatro, en cine, en literatura o en narración oral, una historia.

 

En cuanto a los textos que narras, ¿son de algún autor en particular o todos son escritos tuyos?

En mi caso (y en el caso de casi todos los narradores de cuentos), yo cuento cuentos de la literatura, de la tradición oral y de mi autoría.

 

¿Consideras que la labor que realizan las instituciones gubernamentales en el terreno cultural, es suficiente o satisfactoria para apoyar la labor de los narradores orales en la actualidad?

No, no es suficiente, por varias razones, entre ellas el hecho de que las otras artes (teatro, danza, música, etc.) viven en el imaginario social desde hace muchas décadas e incluso siglos. La Narración Oral, como opción profesional de arte, lleva muy poco tiempo. Hace aproximadamente 30 años, en México surgieron los primeros cuentacuentos profesionales. Eso es muy poco tiempo y seguimos picando piedra, es decir, formando público y convenciendo a las autoridades culturales del país (y del mundo), de que el Arte de Contar Cuentos, Narración Oral o Cuentacuentos, es una expresión artística completa y con grandes valores estéticos.

Nos gustaría que narraras una de las más grandes satisfacciones o experiencias que has obtenido en tu labor como narrador oral.

Sí, hace unos dos años, un niño se me acercó, extasiado por la sesión de cuentos a la que había asistido y me dijo:

–Te felicito, Marconio, porque tú eres.. tú eres…  Un niño profesional

El arte implica siempre la capacidad de jugar y ser partícipe de la parte lúdica de la vida. La narración de cuentos vive en el mundo de los juegos y juguetes del ser humano. Para un Narrador Oral, el cuento es en realidad un juguete.

 

En la actualidad, ¿qué otros proyectos tienes en puerta?

Dirijo un programa permanente de Narración Oral y creatividad literaria, llamado “Mi palabra cuenta”, en escuelas primarias de la Ciudad de México. Ahí mismo, soy productor del Festival “Cuéntamelo Todo”, que involucra a una serie de colegios privados de la ciudad de México. Estoy por editar mi octavo libro: una serie de microficciones y minicuentos llamado “Pájaros eternos y otros minutos para imaginar”.

 

Por último, cuéntanos, ¿por qué autonombrarte Contador Público de Cuentos?

Ahhhh.. Bueno… Mi padre es contador público de números. Él siempre quiso que me dedicara a la contabilidad, para estar con él en su oficio y en su despacho, pero yo me dediqué a las artes, al teatro, al cine, a la música y al cuento. Descubrí entonces que yo era también un Contador Público, como mi padre, pero en lugar de números, yo, de letras y palabras. Eso me reconcilió con él en el aspecto de mi orientación vocacional.

 

Sobre Marconio:

Egresado de la carrera de Letras Hispánicas en la UNAM. Estudió música en la Escuela Libre de Música “José F. Vázquez” y actuación en el Centro Universitario de Teatro (CUT). Es corrector de estilo, asistente editorial y editor en varias editoriales, desde hace veinte años. Ha sido promotor de lectura en varias instituciones, entre otras, la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, en donde inauguró más de doscientos Libroclubes e impartió talleres y capacitación para promotores culturales y lectores en voz alta. Desde hace veintiún años se dedica al arte de contar cuentos. Ha dictado cursos, talleres, y conferencias sobre el arte de contar cuentos y la importancia de la lectura en diversas universidades e institutos (UNAM, UAM, UACM, VALLE DE MÉXICO, IBERO, UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO, UACJ, entre otras). Ha publicado varios libros de cuentos y ha ganado dos concursos de cuento (CONACyT y Centro Mexicano de Escritores). Algunos de sus cuentos fueron traducidos al Polaco en 2014. También ha escrito novela infantil, poesía tradicional y libros de texto para secundaria y preparatoria (Apreciación Estética, Español y Formación Cívica y Ética). Como narrador oral ha participado en múltiples foros de México y el extranjero (Europa, Canadá, E.U.A, Centro y Sudamérica). Participa en el programa de formación de promotores de la lectura de IBBY-UNAM de México. En el 2012 le fue otorgada la beca nacional FONCA-CONACULTA en el área de Creadores Escénicos/Narración Oral. En 2013 en Medellín, Colombia le otorgaron la distinción “ENTRE CANTOS Y FLORES” por sus aportaciones a la Narración Oral en Latinoamérica. En 2015, en Maracaibo, Venezuela le fue otorgado el Premio “CATATUMBO”, por su brillante trayectoria como narrador oral y como Embajador de la Tradición Oral. En marzo de 2015, en el Palacio de Bellas Artes (Sala Ponce), le fue otorgado el premio nacional “CARACOL” al mérito en Narración Oral, por parte de AMENA (Asociación Mexicana de Narradores Orales). Ha dictado talleres de escritura creativa y redacción en diversas instituciones. En el año 2014 fue invitado por la Comunidad Económica Europea, a través de las ONG’s E-Motive y Jeden-Swiat a una gira por Europa del Este (Polonia, Hungría, República Checa). En 2015 y 2016, organizó el Encuentro Teórico “Amistad con los cuentos”, en Estado de México, que reunió a una treintena de ponentes. Los más recientes Festivales Internacionales a los que ha sido invitado son CARIBE CUENTA (Barranquilla, Col., septiembre 2015) y TRANVÍA DE PALABRAS (Maracaibo, Ven., Nov. 2015).