El talón de Aquiles del padre

-Estoy comprometida!- les anuncia Annie Banks a sus padres con evidente emoción, su madre comparte esa alegría, su padre claramente no.

Unas horas antes, George Banks no cabía en la emoción por volver a ver a su hija que regresaba después de una larga estadía en Europa, pero ahora no puede -o mejor dicho, no quiere- creer lo que ahora está pasando.

-Perdón, ¿qué dijiste?- George intenta no marearse con tremenda noticia, pero sólo logra ver a una Annie de unos cinco años sentada frente a él diciéndole con su tierna vocecita que conoció a un hombre en Roma que es maravilloso, inteligente, y que se casará con él.

George cierra los ojos, tratando de despertar de aquella pesadilla, pero cuando los abre, Annie está allí, con anillo en dedo.

 

Muchos padres se sentirán identificados en mayor o menor escala que George Banks y los que no (basándome en la opinión del padre de esta autora), seguramente es porque no tienen hijas.

En 1991, Steve Martin da vida a un padre que vive la preparación de la boda de su única hija con amargura y excesiva nostalgia o, en pocas palabras, en crisis (El Padre de la Novia (Charles Shyer)).

El sentimiento de pérdida de la masculinidad y el inminente envejecimiento del padre son temas claves que tocan las películas que retratan estas relaciones; ¿el motivo de la crisis? La hija, por supuesto.

En su libro Home Movies: The American Family in Contemporary Hollywood Cinema, Claire Jenkins señala que la figura del padre en el cine, sobre todo en los 80, retrata la forma de gobierno del ex-presidente Reagan; conocido por promover valores familiares y el patriarcado; fue la década de las películas padre-hijo y se puede ver reflejado en la enorme cantidad de historias que hoy en día son considerados clásicos (por ejemplo, la trilogía de Back to the Future, Star Wars, Indiana Jones and the Last Crusade, etc.).

Hasta los años 90 fue cuando se dio el inicio de las pocas películas que empezaban a retratar la relación con las hijas, pero con ciertos estereotipos prevalecientes: el padre suave y liberal era considerado como el “buen padre”, resultado de la feminización, mientras que el rígido y estricto, era lo contrario.

A diferencia de lo que pasa con el varón, en el cine la hija siempre aparenta ser la verdadera vulnerabilidad del padre, haciendo que éste resienta más todo lo que le pasa a ella sin tratar de ocultarlo, cosa que con su hijo no ocurriría, al contrario, con él pretende demostrar más fuerza, destreza mental y liderazgo, sin importar la circunstancias en las que se encuentren.

Hoy en día, la gran mayoría de historias que tienen como centro esta relación familiar, siguen poniendo al padre como protagonista y a la hija como excusa para ponerlo en crisis emocional, y además, en opinión de esta autora, todavía no hay tantas películas como se quisiera ver que muestren a la hija y los altibajos que pueda pasar con su padre como tema primordial de la trama.

Pero concentrándose en las que sí, en los últimos años se le han estado dando un poco más de importancia vital en el desarrollo de la trama a la hija, a tal punto que a veces resulta ser tan  heróica como su padre, como se verá en los ejemplos que se mostrarán.

INTERSTELLAR (Christopher Nolan, 2014)

En un mundo futuro donde el suelo es infértil y los recursos básicos escasean, el ex-astronauta Cooper (Matthew McConaughey), en un intento por salvar a la humanidad, emprende por última vez una misión espacial en busca de un planeta habitable que probablemente le tome décadas encontrar. Lo único que le pesa dejar atrás es a Morph (Mackenzie Foy, Jessica Chastain, Ellen Burstyn), su pequeña e inteligente hija quien, a través del dolor que siente por la pérdida de su padre y el amor que le sigue teniendo, será clave para descubrir la pieza faltante de la misión que muchos años atrás inició su padre.

CONTACT (Robert Zemeckis, 1997)

La situación cambia cuando es el padre quien nunca estuvo presente físicamente en la vida de su hija, pero sí en espíritu. A veces se logra mover más de esta forma que de cualquier otra pero, para esto, tuvo que haber inspirado lo suficiente cuando se estuvo presente para así marcar la vida de los otros una vez ido, como le sucedió a Ted (David Morse) con su hija Eleanor (Jena Malone, Jodie Foster), ambos amantes de la astronomía, y aún después de la muerte de él, Eleanor seguirá su camino como científica para encontrar alguna manera de contactarse con su padre en las mismas estrellas.