En un país de pobres donde la corrupción es natural, parece que cualesquiera que sean los movimientos que se hagan para cambiar el statu quo de las elites dominantes podrían derrumbar y hundir al país. El Gobierno de México, encabezado por el Lic. Andrés Manuel López Obrador intenta cambiar el régimen pero ¿qué pasa cuando su propio equipo no apoya su ruta de trabajo? ¿Toca reflexionar, debatir o imponerse?
El pasado martes 9 de julio, Carlos Manuel Urzúa Macías renunció a la titularidad de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en una carta difundida a través de su cuenta personal de su Twitter, señaló la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento en la Hacienda Pública y las decisiones de política pública sin sustento. En su lugar, el Presidente, designó a Arturo Herrera Gutiérrez como titular de la SHCP.
Este suceso deja un precedente muy importante y lamentable, ¿Qué pasa al interior de la construcción de la Agenda del Gobierno de México, que sus titulares deciden abandonar el rumbo de la transformación del país? ¿Qué tanto se impone la voluntad del Presidente a la realidad de México? ¿Cuántos cambios más ocurrirán para complacer los intereses del Ejecutivo Federal?
Gonzalo Hernández Licona escribió una Columna Invitada el pasado jueves 18 de Julio en Animal Político. Bajo el título de Por una austeridad mejor implementada: CONEVAL logra evidenciar las carencias y lamentables realidades del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Un CONEVAL que ha tenido que ajustarse a las reducciones presupuestales para la contratación de estudios e investigaciones o a la cancelación de la Dirección General Adjunta. Es decir, la capacidad de operatividad en el análisis de la política de desarrollo social, la que debe ser de prioridad para cualquier gobierno, se ve amenazada por un ejercicio de austeridad. ¿Para qué?
En un país de pobres, con dificultades para la redistribución de la riqueza, en un país donde la seguridad alimentaria de calidad y la vivienda digna son vitales para el desarrollo de México, en nuestro país de corruptos, parece ya que poco importa “que los ciudadanos y los gobiernos sepan cómo nos está yendo en política social y cómo podemos ayudar a corregir.” (Hernández, 2019)
Puede tal vez que la crudeza que retrata Gonzalo Hernández en su columna, haya provocado los malestares necesarios en el ideario del Presidente, el Lic. Andrés Manuel López Obrador como para prestar atención especial en sus señalamientos. Finalmente el Presidente designó a José Nabor Cruz Marcelo como titular del CONEVAL.
La confianza en el Gobierno de México puede reducirse con actos como éstos. ¿Cuál es la capacidad real de diferir con las decisiones o las rutas de trabajo del Ejecutivo Federal? Es decir, ¿el Presidente despedirá a sus colaboradores siempre que estos estén en desacuerdo y tengan una visión contraria de la realidad mexicana?
La corrupción es un mal que debe destruirse para nunca más tenerlo, pero la transformación de éste país no se logra ahorrando. Quien ahorra lo hace porque no tiene gastos y México tiene muchos. No es válido destruir la confianza y la operatividad de las instituciones evaluadoras solo porque éstas tienen otros datos y no los datos del Presidente.
De nada sirve rescatar al CONEVAL si el Presidente tiene otros datos. Ese es el mayor reto de la evaluación de la política de desarrollo social: demostrar la realidad en la que se encuentran millones de mexicanos, mostrar que incluso, con todos los ahorros y todos los programas, aún hay mucho por trabajar para transformar México. Y no, los datos del Presidente, no bastan y lejos sumar, restan.
Finalmente, creo que la designación de Herrara frente a la SHCP debe observarse puntualmente, aunque es #OrgulloUAM recordemos que Rosario Robles y Genaro Luna también lo fueron. A Nabor Cruz le queda un camino difícil y lleno de vacíos en política de evaluación, a él la mayor de las suertes. A Urzúa y Licona el reconocimiento por evidenciar la realidad interna del Gobierno de México, que en su intento de transformar el país perdieron su empleo.
Porque debemos construir un país de más evaluadores, de más y reales hacedores de políticas públicas, un mundo libre de ataduras en donde haya espacio para todas las ideas y las formas de expresión de nuestra libertad. Porque estamos hasta la madre, porque éstas son también nuestras batallas y juntos ganaremos la guerra.