Culturas latinoamericanas y naturaleza: ¿viaje hacia el pasado o mirada hacia el futuro? por Natasa Lambrou

Este artículo compone parte  de unas ponencias presentadas durante el festejo del día de las lenguas indígenas el 5 de octubre de 2019, en Atenas, Grecia. Un grupo de personas (el Colectivo Balam y E. Ramírez Rúvalis, N. Cisneros, A. Riquelme, E. Villasis, D. Pío, S. Vásquez, Á. Perry, N. Soto, M. Mercedes. M. I. Garnica y la que suscribe).


En la América Latina del período precolombino había muchas culturas indígenas que estaban en contacto con la naturaleza; algunas de esas culturas han sobrevivido hasta hoy en día, otras han sido eliminadas. La gran semejanza entre casi todas esas culturas es el respeto hacia la naturaleza y los animales de las tierras indígenas. Sin embargo, el mundo occidental, o el mundo moderno, no tiene el mismo respeto hacia la madre-naturaleza y eso es algo que lo podemos comprobar cada día más.

Shipibo-conibo

La cultura shipibo-conibo[1] es una de las más grandes del territorio amazónico. El pueblo shipibo-conibo vive alrededor del río Ucayali, en El Perú. Obviamente, el río y el agua[2] son los elementos más importantes tanto en la vida cotidiana del pueblo, como en su cultura; el río les ayuda a encontrar su identidad cultural y a formar su profunda conexión con el agua. El agua, ya sea el agua del río o de la lluvia, de un lago o de una catarata, es la vida, es la fuerza para el pueblo shipibo-conibo. El río da su nombre a la región que se estrecha alrededor de este; todo el territorio se cubre de la selva amazónica y de una naturaleza exuberante, consecuentemente, la naturaleza, junto con el río, son elementos esenciales para la cultura y la cosmogonía shipibo-conibo. Según Chavarría, “los dueños[3] o “madres” de la naturaleza conceden a los seres humanos sus beneficios a cambio de una conducta social, basada en la reciprocidad y la armonía, que evita la depredación o el abuso de los recursos”[4]. Hay que dejar claro que la ya mencionada exuberancia de la naturaleza es la que impone, diríamos, al hombre su conducta diaria. Esa es la gran diferencia entre el mundo europeo y el del sub continente latinoamericano: la naturaleza en América Latina es madre, es fuente de vida, es vida en su forma más clara e indudable. El hombre debe proteger su madre, debe respetarla porque si no, la madre va a enojarse.

El documental “Sigo siendo (Kachkaniraqmi)” de Javier Corcuera es de gran interés porque explica este lazo que existe entre el hombre del pueblo shipibo-conibo y su alrededor. El agua, el río, los árboles alrededor del río, las serpientes del bosque, todos son dueños de la naturaleza. La Lupuna, el árbol gigantesco de las orillas de Ucayali, es la divinidad Xoná; la Xoná es importante para el pueblo, “las ancianas le pedían permiso a la Lupuna antes de ir a otro lugar” nos explica Amelia Panduro al principio del documental. Otras divinidades de la cosmogonía shipibo-conibo son el Sol y la Luna que según la mitología shipibo-comibo no se deberían juntar pero ellos lo hicieron a pesar de la prohibición y de esa unión nacieron siete hijos humanos[5].  Entre las más importantes divinidades de la cultura  son el Ronin, la anaconda que es el guardián de las aguas, el Varokan, el volcán que tiene en su control el mundo subterráneo, el Ino, el jaguar que domina los otros animales. Como podemos ver todas laas divinidades están estrechamente ligadas a la naturaleza.

Quechua o quichua

La quechua, o quichua como se llama en Ecuador, es una familia de idiomas con muchos hablantes nativos hoy en día. La familia lingüística tiene más de 8  millones de hablantes mientras que la quichua tiene unos 3 millones de hablantes. Desde la época precolombina los incas sabían que para construir un imperio se necesita una lengua homogénea por eso desde aquel entonces dicha lengua tenía muchos hablantes. Consecuentemente, la cultura del pueblo es también muy conocida y tiene aportes de las demás ramas.

 El Viracocha, el gran dios inca, que, según Fox, tiene ciertas semejanzas con el Dios cristiano, es el supremo dios creador[6]. No obstante, aparte de Viracocha, hay otras divinidades en la cultura quichua. Mama Quilla, la hija de Viracocha, es la Madre Luna, la encargada del paso del tiempo, del cambio de las estaciones, o sea, del calendario lunar.  En su honor, cada año el 21 de septiembre, se celebra el Coya Raymi, la fiesta de la fertilidad. Durante el festejo del Coya Raymi el pueblo rinde homenaje a la mujer por su fecundidad, a la Madre Tierra por los frutos que ofrece al pueblo y a la Madre Luna por ser la que se encarga del cambio de las estaciones (en septiembre empieza el año agrícola).

Por supuesto, la gran deidad de la naturaleza es la Pachamama, la Madre Tierra. La Pachamama es la generadora de la vida y el símbolo de la fecundidad. Desde la época precolombina los indígenas rinden culto a la Pachamama y celebran fiestas en su honor. El día de la Pachamama es el 1 de agosto aunque todo el mes andan festejando la Madre Tierra, puesto que es el período antes de roturar y sembrar la tierra. Entre todos los rituales, huelga mencionar este que es quizás el más interesante: los indígenas abren un hoyo en la tierra y colocan comida, bebida y tabaco para que la Pachamama esté contenta. No solamente durante el mes de agosto, sino durante todo el año, la gente enseña su respeto hacia la Madre Tierra “cuando viaja por la montaña, poniendo una piedrita y el acullico de hojas de coca en la apacheta mientras le piden su benevolencia. También la propician, con diversos rituales simples y festivos, en las señaladas de ganado, cuando comienzan las tareas agrícolas, cuando se inicia el trabajo en la mina, antes de habitar una casa nueva o en el momento de comenzar a beber un vaso de chicha u otra bebida. ‘El primer traguito’, suelen decir, ‘es para la Pacha, a quien todo pertenece’”[7].

Guaraní

La cultura guaraní la podemos localizar en Paraguay, Argentina, Bolivia y Brasilia. Según su cosmogonía, en el principio, había solo el caos, como en muchas otras culturas, por supuesto. En medio de este caos se autoforma  Ñamandú, Nuestro Gran Padre; este proceso es de gran interés porque Ñamandú se crea de una manera rara, se autoforma empleando las etapas de un vegetal: primero echa raíces, o sea, sus pies, después, extiende ramas, que son sus brazos y para terminar crea su copa, es decir su cabeza. Desde este momento de la génesis podemos ver el lazo, esta conexión profunda, de la cultura guaraní con la naturaleza. Ñamandú crea otros dioses que lo van a ayudar en sus tareas, uno de los más importantes es el dios Tupá, el dueño de las aguas y de las lluvias.

Los guaraníes son agricultores en su mayoría, todos trabajan la tierra ofrecida por el Ñamandú. Saben muy bien que deben cuidar la tierra, deben respetarla porque van a vivir de ella y de los productos que les dará. Ellos también practican rituales como el avati kyry (fiesta del maíz) que es una ceremonia anual durante el período que surgen las nuevas plantas. No obstante, lo más importante es que la tierra, según el pueblo guaraní, no es algo privado como en las culturas del mundo occidental. Su mentalidad es la de “toma y daca”, la sabiduría de los indígenas es algo que falta de la sociedad moderna, los guaraníes saben que tienen que ofrecer algo para que la tierra les dé algo después. La tierra, la naturaleza no tienen dueños, no pertenecen al hombre; el hombre debe convivir en armonía con la naturaleza que lo rodea.

La espiritualidad de este pueblo llega a un punto tan alto que el eurocentrismo de los conquistadores no podía entender; este pueblo indígena no tiene templos, ni imágenes e ídolos para expresar su religiosidad. Según Antonio Ruiz de Montoya (1585-1652), los guaraníes son “ateístas” porque como asegura en su Apología  no tienen ídolos. La verdad es que los guaraníes no tienen templos o  imágenes porque la Naturaleza misma es el templo.

El hoy y el mañana

Hoy en día el incendio de la zona amazónica es un tema recurrente en todas las conversaciones alrededor de todo el planeta. Todos hablan de esta catástrofe global. Los indígenas, como la naturaleza es su casa, tienen su propio punto de vista. Hay tribus que viven aislados de las demás, como es el caso de los waiapi. La tribu vive armónicamente en el pulmón del mundo; son unos de los guardianes de la región.

Los “guardianes del bosque” es el grupo de indígenas formado hace unos años (2012) con el propósito de proteger el territorio de las invasiones de traficantes de tierra y madera. Sin embargo, todas las tribus son guardianes de la región, son defensores de la biodiversidad y tienen la sabiduría de ayudar para que el deterioro del medio ambiente se detenga.

Hace poco (1-11-2019) la opinión pública quedó horrorizada por el asesinato del indígena Paulo Paulino Lobo de la tribu de guajajara del estado de  Maranhão. El joven activista era miembro de los guardianes del bosque y estaba muy dedicado a la causa común de proteger los pulmones del planeta. Desafortunadamente, no es el primer asesinato, ni será el último: “De acuerdo a un informe de Human Rights Watch elaborado con datos del Cimi, en Maranhao se denunciaron 16 asesinatos de líderes indígenas desde 2015, pero ninguno de los casos llegó a la justicia”[8].

Hace muchos años nuestros padres decían que habrá un cambio climático pero no sabían- no creían que eso pasara en un futuro tan cercano- qué hacer para impedirlo. Ahora, el cambio climático es aquí, es una realidad que estamos viviendo y hay mucha gente que no quiere hacer nada para cambiarlo. Según Ororiwa Waiapi, jefe de las aldeas de Mogywyry y Pyrankenopa: “Si los humanos abusamos de este planeta, nuestro creador hará una gran inundación que derretirá el planeta. Habrá grandes incendios, incendios que destruirán el planeta”[9]. Ya lo vemos pasando cada día: incendios, inundaciones y de nuevo incendios y más inundaciones.

¡Ya es hora de actuar! Si nuestros padres no hubieran sabido qué hacer, nosotros ahora sabemos. Los conocimientos de los pueblos indígenas nos pueden dar soluciones, tenemos que escuchar con atención. ¡Ya es hora…!

“La tierra no es nuestra, es de nuestros hijos, y ellos nos la están prestando”


Bibliografía:

BBC, “Qué se sabe del asesinato de Paulo Paulino Guajajara, el joven de 26 años que dedicó su vida a proteger la Amazonía”, visitado 20-11-2019, disponible en https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50303344

Charner, F., Soares, I., Munayyer, W., Gomes A., “Los guardianes indígenas del Amazonas en Brasil”, visitado 21-11-2019, disponible en

Chavarría, M.,  “Contribución lexicográfica de Los dueños del mundo shipibo al castellano amazónico”,  visitado 8-11-2019, disponible en

https://www.academia.edu/5022459/Contribuci%C3%B3n_lexicogr%C3%A1fica_de_Los_due%C3%B1os_del_mundo_shipibo_al_castellano_amaz%C3%B3nico

Corcuera, J., documental “Sigo siendo (Kachkaniraqmi)”, 2013.

Fox, A., Latinoamérica: Presente y pasado, U.S.A.: Pearson, 2011.

Health, C., “Los hijos del Sol y de la Luna”, visitado 8-11-2019 disponible en

http://www.shipibo-conibo.com/hijos.htm

Lazo García, V., véase “Los dueños del mundo shipibo: análisis discursivo”, visitado 8-11-2019, disponible en

https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/46569490/RPL_9_10.pdf?response-content-disposition=inline%3B%20filename%3DRevista_Peruana_de_Literatura_nros_9-10.pdf&X-Amz-Algorithm=AWS4-HMAC-SHA256&X-Amz-Credential=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A%2F20191105%2Fus-east-1%2Fs3%2Faws4_request&X-Amz-Date=20191105T180158Z&X-Amz-Expires=3600&X-Amz-SignedHeaders=host&X-Amz-Signature=052dd8f43022107c149b03171ee35a0c3341da8fa08f0cf9ba7d8e3f3202da59#page=155

Reyes, L. A., El pensamiento indígena en América: los antiguos andinos, mayas y nahuas, Buenos Aires: Biblos, 2009.

Rubina Vargas, C., “El motivo del “AGUA” en dos cantos tradicionales de dos lenguas ancestrales peruanas, el shipibo-conmibo y el quechua. Análisis semiótico de la dimensión mítica en el documental Sigo Siendo (Kachkaniraqmi) de Javier Corcuera”, visitado 7-11-2019, disponible en

http://congreso.pucp.edu.pe/alaic2014/wp-content/uploads/2013/09/vGT14-CELIA-RUBINA-VARGAS.pdf


[1] También conocida con los nombres shipibo-konobibo o conobibo pero, como shipibo-conibo es el nombre más empleado, vamos a utilizar este.

[2]  En este punto cabe mencionar que el agua desempeña un papel esencial en todas las culturas del subcontinente, desde el Popol Vuh (origen del maíz, diluvio, creación) y el pueblo maya-quiché hasta los shipibo y los demás pueblos del territorio.

[3] Para más información sobre los dueños véase “Los dueños del mundo shipibo: análisis discursivo” disponible en

https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/46569490/RPL_9_10.pdf?response-content-disposition=inline%3B%20filename%3DRevista_Peruana_de_Literatura_nros_9-10.pdf&X-Amz-Algorithm=AWS4-HMAC-SHA256&X-Amz-Credential=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A%2F20191105%2Fus-east-1%2Fs3%2Faws4_request&X-Amz-Date=20191105T180158Z&X-Amz-Expires=3600&X-Amz-SignedHeaders=host&X-Amz-Signature=052dd8f43022107c149b03171ee35a0c3341da8fa08f0cf9ba7d8e3f3202da59#page=155

[4] Chavarría, M.,  “Contribución lexicográfica de Los dueños del mundo shipibo al castellano amazónico”, disponible en

https://www.academia.edu/5022459/Contribuci%C3%B3n_lexicogr%C3%A1fica_de_Los_due%C3%B1os_del_mundo_shipibo_al_castellano_amaz%C3%B3nico

[5] Para toda la leyenda del Sol y de la Luna véase la entrada “Los hijos del Sol y de la Luna” disponible en

http://www.shipibo-conibo.com/hijos.htm

[6] Fox, pg. 29.

[7] Reyes, pp. 94-95.

[8] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50303344

[9] https://cnnespanol.cnn.com/2019/08/27/los-guardianes-indigenas-del-amazonas-en-brasil/