Cuento «Pasito tun tun» por Marilyn Batista Márquez

Con la magnitud y la rapidez de un dios capaz de crear el universo, Mapy cobija en sus pensamientos sueños repletos de realismo mágico. Quiere adoptar una vida normal, que define, en lenguaje conciso, como casa, esposo, hijo y pericos.

Ella se asemeja a algunos personajes del cine de oro mexicano, esas rumberas voluptuosas que con una sacudida de caderas generaban un acontecimiento social, con réplicas que dejaban boquiabiertos cada quince segundos hasta a los hombres más inconmovibles y desapasionados de la élite social de la ciudad.

Elige el camino corto, un poco más desierto y oscuro, que atraviesa la calle principal del barrio San Felipe de Jesús, no para ir directo a la casa, sino para despistar al furibundo “ex” y poder recoger en el parabrisas de un Chevrolet destartalado, color amarillo pollito, un mensaje que le informaría acerca del próximo encuentro con su Darcy, quien, al igual que el otro héroe romántico, es un joven atractivo, de alta posición social. Ésa era la manera de comunicarse para encubrir el enardecido romance que desechaba, detestaba y proscribía la comunidad de Polanco.

Con premura se acerca al auto de su prima, toma el papelito desenvolviendo los cuatro dobleces, lo abre y lee: “A las 8:30 p.m. en la taberna de El León. Pasará por ti mi chofer. Espérame en el Chevrolet. Te amo”.

Apresura el paso, con el singular pasito tun tun que caracteriza ese leve brinco que hace cada vez que posa una de sus largas piernas en el pavimento, cruzándolas como las astas de una batidora sin tropezarse.

Coloca la epístola dentro de su brasier. Sonríe en forma temerosa. La alegría de poder verlo parece fatídica.

Mira hacia ambos lados, y hacia atrás. Reinicia el trayecto. Luce azorada. Lo siente. Aparece y desaparece. La sigue. Continúa caminando. Va rápido. Más rápido. Corre. Jadea. Transpira. Intenta gritar, cuando una ingente mano la invade, apretando su nariz y boca con intensidad. Apenas puede respirar. En segundos siente el frío del metal incisivo sobre su cuello, que cruza mortalmente de este a oeste.

Cae. Se oye el primer “tun” emitido por el golpe de sus rodillas en postura de redención. Retumba el segundo “tun” del crujido de su cabeza sobre el suelo oxidado. Tun tun, tun tun.

 

Semblanza:

Marilyn Batista Márquez (1959). Escritora y periodista puertorriqueña radicada en Costa Rica. Conferencista internacional en temas de igualdad de género, comunicación y cooperativismo. Fundadora de Revista Petra, medio enfocado en visibilizar el aporte de la mujer en todas las áreas de acción humana. En 2012 publica su primer libro de cuentos: Cuentos de Petra, y su versión en italiano (Racontti di Petra).