Cuento «Monólogos de una noche de cervezas, rock y otras adversidades» por Jack Douglas Archaga

El lenguaje silencioso engendra fuego.

El silencio se propaga,

el silencio es fuego.

Alejandro Pizarnik

 

¡Qué aburrido! No puedo creer que un bar esté así de muerto en pleno viernes. Ya me tienen harto con las pinches cancioncitas hipsters. A nadie le gusta la electrónica a menos que esté pacheco. Se supone que es un bar de rock. Mis pinches amigos de mierda ni siquiera se acordaron que hoy es mi cumpleaños. Quiero un Jack Daniel´s. Al fin una rola chida. So if you’re lonely You know I’m here waiting for you. Ya me quiero ir. Estar aquí es deprimente. Puto mesero, por quedarse ligando se le olvido mi Whiskey. No mames una eternidad esperando para que me salgan con esta mamada diluida. Pero juro que nunca vuelvo a venir aquí. Son unas ratas. Cuando termine esta rola me voy. Feel so good i feel so fine, love that little lady always on my mind.

Bueno, ya hay rolas chidas al menos. No puedo dejar que este mesero pendejo joda mi noche. Estoicismo ante todo. Pediré una chela. Cuarenta pesos no está tan cara. Ya era hora de que llegara más gente. ¡Nooo mames, qué hermosa! ¡Wow, su playera de Guns N Roses! Ojala venga sola. Puta madre, sabía, una morra así de guapa nunca viene a estos lugares sin compañía. Ya ni modo. Me castran los Arctic Monkeys. Este pendejo nunca contesta el celular. Diez y media y ya me siento cansado. Las cosas no son como solían ser. Otra chela quizás me quite el sueño. Nooo inventes, se me había hecho raro que no la besara cuando llegó. Él es gay. ¡Ufff, rolón! De aquel amor de música ligera. Nada nos libra, nada mas queda. Pinche gente de la Condesa. Se creen súper conocedores de todo. Me caga cómo hablan con ese tonito de fresitas. ¡No mames, me estaba viendo! O quizás era al bro que esta atrás. Feliz cumpleaños de mierda a mí. Ahora si la caché viéndome. No. Debo de haberlo imaginado. Una chava así de guapa nunca se fijaría en mí. Si voltea en los próximos cinco segundos es porque le gusté. Cinco. Cuatro. Tres. ¡Me vio! Quizás está viendo el poster de Nirvana en la pared. No te hagas ilusiones. Ya me tienen harto con los Beatles. Ahora me mira más seguido. ¡Qué nervios! ¿Y si me le acerco? Me tomo otra chela y voy. Tengo que agarrar valor. Ya son las once. Ella no está con nadie. Feels like we only go backwards, Darling.

Ahora me está sonriendo, no tengo duda de que es a mí. Ya ligué. ¡Yeahhh! Me voy a acercar. Le llevaré una cerveza. Pero no tengo idea de cuál está tomando. Pinche mesero, se llevó la botella. ¿Ahora qué hago? Voy a esperar que pida otra chela y cuando se la acabe le llevo una de la misma. Ojalá no haya pedido la cuenta. ¡Ahuevo Heineken! Ahora ¿cómo me le acerco? Si llego y le digo: oye te invito una cerveza, quizás se pueda sacar de onda. Y si sólo le digo que he notado cómo me miraba. No, esa idea es peor. ¡Mierda! ¿Qué hago? Ahora está sonriendo. Es tan bella. Sus ojos me encantan. Nunca había visto unos labios tan sexys. Su cabello, Dios mío. Quisiera sólo estar frente a ella y sin decirle nada besarla. Cada vez que se acerca el cigarro a los labios me dan escalofríos. Oh, oh, oh, Sweet child o’ mine oh, oh, oh, oh, sweet love of mine.

Once y cuarentaicinco. Ya lo decidí, si me mira en diez segundos voy. Diez. Nueve. Ocho. Siete. Seis. Cinco. Cuatro. Tres. Dos. Uno. ¡Mierda! No me vio. A todo esto no sé cuántas chelas llevo. Creo que cinco. Todavía me alcanza para otras cinco sin problema. Fuck, ya se pusieron rudos. Me fascina Sabbath. Ya me acercaré.

Hola, ¿cómo estás, te puedo invitar una cerveza?

No, gracias, si me alcanza para comprarme mis propios tragos.

Lo siento, no quería ofenderte. Sólo quería platicar contigo.

Podemos platicar si gustas, pero no me gusta aceptar tragos de personas que no conozco, es por seguridad.

Lo entiendo, ¿cómo te llamas?

Emily, ¿tú?

Santiago, mucho gusto. He visto que has cantado casi todas las canciones de la playlist, tienes hermosos gustos. Tu nombre es divino.

Sí, mi pareja toca en un grupo de rock, y, pues, sé mucho de esta música.

¡Ah, qué buena onda!

Sí.

¿Y tienes mucho tiempo con tu novio?

Si, algo así.

Genial jejeje.

¿Y, tú, tienes pareja?

No, soy soltero. Rayos qué incómodo, pensé que te había parecido atractivo y por eso me veías, pero supongo que lo imaginé. Pero veo que tienes novio.

Aammm. No te miraba a ti. Miraba a la chica detrás de ti, y no, no tengo novio, esa chica es mi novia.

¿O sea qué eres?

Sip. Soy lesbiana.

Lo siento por molestar. Fui muy apresurado.

No te preocupes. Hasta luego.

 

Ese podría ser uno de los resultados si me acerco. Quizás sea lesbiana. Mierda, no sé qué hacer. Si me acerco y me rechaza me voy a sentir pendejo. Me encanta la manera tan sexy en que toma su cerveza. ¿Por qué tengo que ser así de neurótico? Ya tengo que dejar de inventar conversaciones en mi cabeza. Take me to your heart Feel me in your bones Just one more night. ¡Malditos nervios! Tengo ganas de ir al baño.

 

─Disculpe ¿dónde queda el sanitario?

─Al fondo a la derecha.

 

Ya lo decidí, ahorita saliendo del baño me voy a acercar y le preguntaré su nombre y sí me rechaza que valga verga. Creo que fue al baño también. Ya se tardó demasiado. Ya sé, voy a comprar dos chelas y cuando venga me voy acercar. Ya se tardo más de diez minutos. Ya se fue. Mierda por lento otra vez me quedé sin ligar. Nada me sale bien.

 

 

 

Semblanza:

Mi nombre es Jack Douglas Archaga, nací en Tegucigalpa, Honduras el 25 de septiembre de 1998. Actualmente soy residente en la ciudad de México, estudio la carrera de Literatura y Creación Literaria. Vine a México en busca de mayores oportunidades en el mundo de las letras. Actualmente cuento con una sola publicación en Revista Literaria Monolito.