Cuento «En el desierto» por Juan José Monárrez

▬Me estaba cargando la madre cuando encontré la pequeña bolsita morada.

▬Solo llévame, me acuerdo exactamente donde se me cayó.

▬Pinche Jesús, sólo es el chofer, me aventó de su troca, que no quería testigos, el muy hijo de la chingada… qué iba a hacer yo, ahí parado, en medio de la nada, rodeado de pura arena.

▬Era todo lo que traía, no sé ni por qué me lo llevé, soy bien tonta, no puedo andar sin dinero, que voy a hacer, ándale, llévame.

▬Todo se ve igualito, a donde voy, pa’ donde camino, no sé ni dónde está la carretera, ya está haciendo un chingo de frío.

▬No quiero salir, de veras. Me choca ir a algún lado y no traer dinero, de veras, otro día, ándale.

▬Ni siquiera traigo agua, ese pinche Jesús quiere que me muera pero no se le va a hacer, voy a salir de aquí.

▬No, mi papá no sabe que anoche andaba en las dunas; sí, ya llegó pero no le dije nada, estaba castigada y era el dinero que me da por semana, ya no le puedo pedir más.

▬Tan siquiera esos pinches muchachos no apagaron la lumbrada, lo bueno que no hay árboles, si no… vaya con la mocosa… hay más dinero en la bolsa que lo que el cabrón de Jesús me iba a pagar.

▬Oye, güey, si mi papá me presta la troca me acompañas, ándale, no seas gacha.

▬Diez mil pesos por cargar coca en medio del desierto, cabrones explotadores, pero se la pelaron, ora traigo más, ando de suerte, bueno, si es que salgo de aquí.

▬Ándale, güey, no seas, cómprate dos seises, cuando encontremos mi bolsa te pago, estoy bien segura de donde se quedó, y no la puedo perder, Edgar me la trajo de su viaje a Sudamérica, vamos, apúrate que sólo tenemos tres horas antes que mi papá se dé cuenta que saqué su troca.

▬No mames, no puedo más, esto no se acaba, y me carga la madre de sed, maldita suerte, con esta lana sí podría traer a mi vieja y los chavos y rentar una casa.

▬Ah, están bien ricas, anoche nos venimos de lunada con los chavos de los Leones, como Edgar anda con sus papas en Monterrey, te hubieras comprado un Clamatito, ay, esa canción me encanta, súbele, tenme el volante, espérate, deja prendo el ampli, sí, güey, me ligué a uno que es corredor, el que trae el 54, espérate, ni modo que choquemos, si en el desierto no hay nadie…

 

Diario de Juárez.                             Lunes 10 de septiembre de 2005

 

Accidente en el desierto:

El pasado domingo la hija del conocido empresario juarense Damián Arévalo murió junto a otra persona que la acompañaba del sexo femenino, la cual aún no ha sido identificada, al volcarse el vehículo en que viajaban. En las investigaciones se logró el decomiso de 50 kilos de polvo blanco, al parecer cocaína, oculto en un compartimiento. En el lugar de los hechos, los agentes ministeriales encontraron el cuerpo de un hombre de aproximadamente 30 años, que iba vestido con pantalón de mezclilla, tenis y camiseta deportiva, quien portaba 25 mil pesos, el cual, se presume, iba a guiar el cargamento por la ruta del desierto. Hasta ahora no han podido esclarecer las causas de tan extraño accidente.

 

 

Semblanza:

Juan José Monárrez (Ciudad Juárez, Chihuahua,). Licenciado en Letras Hispanomexicanas por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).