La traducción literaria, como hemos explorado en entradas anteriores, a través de la experiencia de traductores de diferentes regiones del mundo, sigue siendo uno de los medios para divulgar la literatura entre países. He pedido a la Doctora Sandra Kingery y a Kaitlyn Hipple nos compartan sobre sus recientes proyectos de traducción y sus inicios en este arte.
Sandra Kingery es pofesora de Lycoming College y cuenta con trece traducciones publicadas. Kaitlyn Hipple asiste a Lycoming College y recibió la beca, el Andrew W. Mellon Grant.
La Dra. Kingery nos dice: “Comencé a traducir hace unos quince años, pero hasta el verano pasado, nunca había traducido con otra persona. Cuando me enteré de la posibilidad de solicitar un Andrew W. Mellon Grant para las Humanidades que se establecieron para fomentar investigaciones entre profesores y estudiantes, se me vino a la cabeza la posibilidad de trabajar con Kaitlyn Hipple, una estudiante que recientemente había cambiado su especialización universitaria de literatura en inglés al español.
En muchos sentidos, Kaitlyn podría no parecer la mejor candidata para ese trabajo a dos, porque solo era estudiante de segundo año y todavía no estaba tomando las clases más avanzadas de español. Pero Kaitlyn tenía varios atributos que me hicieron pensar que era la candidata ideal, incluyendo no solo su talento como lectora profunda de la literatura (en inglés y español), sino también su pasión, su entusiasmo, y su amor por la literatura. La traducción literaria es un proceso íntimo que requiere mucho tiempo y paciencia. Puede ser un trabajo frustrante y meticuloso y lento. No todos tienen la disposición para poderlo resistir, pero yo ya intuía que Kaitlyn sí.
Kaitlyn y yo nos reunimos cada día por ocho semanas y pasamos horas leyendo en voz alta, escuchando, repitiendo, volviendo sobre las mismas palabras. Los cuentos de Xánath son increíblemente ricos y profundos y para hacerlos justicia en inglés hay que vivir toda esa intensidad que tienen.
Tradujimos secciones y cuando nos encontramos perdidas por el camino, pasamos a otro cuento y dejamos el primero descansar para poder encontrar una salida después. Más que nada, nos reímos mucho este verano, de la alegría y del placer que nos causaban los cuentos, que comenzaban a revelarnos sus secretos poco a poco. Todavía no hemos terminado de traducir los veinticinco cuentos de Pulsación, pero será un placer poderlos compartir con el mundo pronto”.
Kaitlyn Hipple comparte: “Al principio del proyecto con Sandy, me sentía nerviosa y muy muy emocionada porque ella ha sido traductora por casi veinte años y yo acababa de terminar mi segundo año en la universidad; por eso, ya yo sabía que yo tenía mucho que aprender de ella. Entonces, cuando comenzamos ella me asignó un cuento muy corto que se llama “Los grillos”. Este cuento, mi primera traducción, me pareció fácil.
Sin embargo, el día siguiente cuando comenzamos a hablar de la traducción, tuve un problema—pensaba que la frase “entre sueños,” que se repite muchas veces en el cuento, se podía traducir literalmente como “between dreams”, pero Sandy me retó a que buscara otras opciones menos literales. Era en ese momento cuando me di cuenta que la traducción realmente es un arte difícil y requiere mucha atención y cuidado. Resulta que la respuesta obvia no siempre es la mejor.
A pesar de ese comienzo, después de unas semanas había perdido el nerviosismo y ya había aprendido mucho. Por ejemplo, tuve que aprender a comunicarme con Sandy, ya que no era solo mi profesora, era mi socia en este proyecto. Así que, llegué a nuestra aula de clase cada día con mi traducción más reciente y leímos el cuento juntas: Sandy leía el cuento frase por frase en español y luego yo leía mi traducción de la misma frase en inglés. Era un proceso largo pero importantísimo. A veces, me era muy útil escribir las traducciones en la pizarra porque quería verlas de manera más amplia. A veces con las secciones más difíciles, escribía varias versiones diferentes en la pizarra para poder comparar opciones y buscar el orden “correcto” de las frases en el párrafo.
En resumen, la experiencia de trabajar con Sandy era absolutamente increíble. Sandy ha cambiado mi vida con esta experiencia y también los cuentos de Xánath me tocan de cerca con sus temas. He aprendido mucho del español, del arte de la traducción, y también he confirmado mi deseo de ser una traductora literaria porque es un trabajo que me resulta muy importante y profundo”.