En enero de este año, el Bureau Internacional de Capitales Culturales otorgó al estado de Aguascalientes el nombramiento de Capital Americana de la Cultura. La decisión se basó en la calidad del proyecto de candidatura, el consenso institucional y ciudadano y por el propósito de convertir la Capitalidad Cultural en un instrumento para sumar, cohesionar e incluir a la sociedad en el desarrollo cultural y económico.
Este nombramiento se otorga cada año desde el 2000. En México, lo han recibido Mérida, Guadalajara, San Miguel de Allende, Colima y Zacatecas. También se han elegido ciudades de diez países latinoamericanos como Chile, Brasil y Argentina. Su objetivo consiste en promover la integración cultural interamericana, mejorar el conocimiento entre los pueblos americanos con respeto a su diversidad y destacando el patrimonio cultural común.
Durante este año, el arte y la cultura de la ciudad natal de Posada, Herrán, Contreras y Esparza Oteo, donde también vivieron y trabajaron los zacatecanos López Velarde, Ponce y los hermanos Fernández Ledesma, estarán presente en 30 países iberoamericanos. La distinción pone a Aguascalientes en un escaparate privilegiado para difundir el arte, la cultura y el turismo, además de sus ventajas para hacer negocios.
Al respecto, según el Estudio Índice de Paz México 2021, presentado por Eugenio Herrera Nuño en el boletín Líder Empresarial (4 de abril, 2022), la capital del estado del centro del país se encontraba en el séptimo lugar como mejor ciudad para vivir en México. El IPM se basa en cinco criterios: homicidios, crímenes violentos, crímenes con armas, delincuencia organizada y encarcelamiento.
Por otro lado, en el tercer trimestre de 2022, el sector primario de la economía estatal creció 1.3% y ocupó el lugar 20 nacional; el sector secundario quedó en el número 26, pues disminuyó 4.1% en el mismo periodo, mientras que el sector terciario creció 6.6%, dejando al estado en quinto lugar nacional (INEGI, Comunicado de Prensa 38/23, 27 de enero, 2023).
Asimismo, según el CONEVAL, la entidad tiene indicadores de pobreza por debajo de los nacionales. En 2020, el porcentaje de su población en situación de pobreza se situó en 27.5% de su población total, contra 43.9% nacional; en pobreza moderada, estos porcentajes resultaron de 24.9 y 35.4% respectivamente, mientras que la pobreza extrema registró 2.7 y 8.5%, respectivamente.
Lo mismo sucede con los indicadores de carencias sociales. En su “Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2023”, la Secretaría de Bienestar muestra, en rezago educativo, 12.3% de la población total estatal contra 19.2% de la población nacional; en acceso a servicios de salud, 20.2 contra 28.2%; acceso a seguridad social, 42.7 contra 52%; calidad y espacios de la vivienda, 4 contra 9.3%; acceso a servicios básicos de vivienda, 2.1 contra 17.9%; y acceso a una alimentación sana y nutritiva, 17.4 contra 22.5% de la población nacional.
Sin embargo, no todo pinta de rosa en el pequeño estado, que después de ocupar el primer lugar nacional en el Índice de Felicidad cayó al sexto lugar. A nivel nacional, 48.9% de la población total estaban felices, 43.3% neutrales y 7.7% infelices. La última medición arrojó que 57.6% de los aguascalentenses vivían felices, 35.9 permanecían neutrales y solo 2.9% declaró estar infeliz, especialmente las mujeres. Desde 2017, la entidad registra la tasa más elevada de delitos sexuales, con 652 casos por cada cien mil habitantes, cifra que en 2020 se cuadruplicó con respecto al promedio nacional.
Además, otras consideraciones hacen de este nombramiento un reto formidable, sobre todo para las autoridades culturales locales. La candidatura se elaboró y presentó cuando el Instituto Cultural de Aguascalientes estaba dirigida por la arquitecta y poeta Claudia Santa Ana. Su sucesor, el filósofo y músico Alejandro Vázquez Zúñiga, reconoce que cosecha frutos sembrados por la administración anterior. Y aunque él dirigió el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura, participando de manera importante en el quehacer cultural, pertenece a una generación artística y a un grupo político con otros intereses en este campo.
Sin vínculos significativos con los promotores y artistas que llevaron a ICA al lugar que actualmente ocupa dentro y fuera del estado, el nuevo director general milita en el PRD, que aliado con el PAN ganó la gubernatura el año pasado. Además, la gobernadora Teresa Jiménez forma parte de un grupo panista diferente al de Martín Orozco, gobernador anterior. En el relevo de la alta burocracia cultural, los nuevos funcionarios llegan sin más proyecto que continuar con lo anterior.
Pero la magnitud de la tarea exige algo más que continuidad. Con una Universidad de las Artes y una carrera de gestión cultural en la UAA, falta un observatorio que sistematice la información disponible y haga viable el tercer elemento de la candidatura. Más de lo mismo equivale a naturalizar los delitos sexuales.